La salud mental, una tarea pendiente en España

Los trastornos mentales y de comportamiento constituyen la sexta una de las principales causas de ingreso en los hospitales, pero la inversión de España en salud mental está por debajo de la media de la Unión Europea.

La Asociación Leonesa de Familiares y Amigos de Enfermos Mentales (Alfaem) celebró recientemente su IV Torneo Solidario de Pádel, con el que ha recaudado 2.400 euros bajo el lema ‘Juega por la salud mental’ para invertirlos en su centro de Ponferrada. Este tipo de actividades y eventos solidarios son cada vez más frecuentes para suplir las carencias institucionales en áreas que todavía no cuentan con el respaldo necesario por parte de las instituciones.

El caso de la salud mental en España es especialmente llamativo. El INE publicó el pasado abril su última encuesta de morbilidad hospitalaria, en la que se muestra la estadística sobre las personas enfermas que ingresaron en los hospitales durante 2016, y en ella se observa que el diagnóstico principal de más de tres millones de personas fue de trastornos mentales y de comportamiento, lo que supone la sexta causa de ingreso de entre un total de 20. Sin embargo, tan solo el 5,5% de lo que España invierte en sanidad va a parar a la salud mental, cuando la media de la Unión Europea llega al 7%.

En lo que respecta a Castilla y León, los trastornos mentales fueron la causa principal de 230.391 estancias hospitalarias, lo que supone el 11,2% de la totalidad de los ingresos que se produjeron en esta Comunidad durante 2016. Esa cifra supera a la media nacional, aunque en la provincia de León este diagnóstico fue menos frecuente y supuso el 7,8% de las estancias hospitalarias.

La comunidad médica lleva tiempo advirtiendo de la necesidad de afrontar los retos de la investigación psicológica como se merece, debido a la profunda repercusión de la salud mental en la sociedad. Según un estudio financiado por el Ministerio Español de Economía y Competitividad (MINECO), publicado en la revista Ciencia y Salud en 2016, casi la mitad de las bajas laborales por enfermedad se deben a trastornos mentales. De hecho, la revista Iberian Lawyers acaba de sacar a la luz una encuesta que refleja el pobre estado de la salud mental de los abogados de España y Portugal, ya que el 80% ha padecido o conocen a algún compañero de profesión que haya padecido problemas de salud mental a lo largo de su trayectoria.

Cómo mejorar la salud mental en el día a día

Aunque a nivel institucional queda mucho por hacer, no hay que olvidar que el individuo también debe ser consciente de la importancia de introducir hábitos destinados a mejorar la salud mental. Las técnicas de relajación, de ejercicios físicos concretos y de agilidad mental son fundamentales para prevenir o mitigar trastornos asociados a la mente.

Los ejercicios visuales y numéricos son ideales para mantener la mente ágil y una manera sencilla de aplicarlos al ocio es a través de determinados juegos. Un estudio elaborado por el Wisconsin Alzheimer's Institute y por el Wisconsin Alzheimer's Disease Research Center llegó a la conclusión de que aquellas personas de una media de 60 años que dedican tiempo a hacer puzzles o que participan en juegos de estrategia son más propensas a tener un mayor volumen cerebral en muchas regiones del cerebro y obtuvieron mejores resultados en los test que medían la memoria y las habilidades de pensamiento.

Dentro de los puzzles podemos hablar del sudoku, un juego matemático de origen japonés que desde los 80´s a cautivado a muchos. Las reglas del juego son sencillas: rellenar con números del 1 al 9 las 81 casillas, lo complicado es que esas casillas están divididas en cuadros de 3x3 en donde nos se deben repetir los números del 1-9. Respecto a los juegos de cartas que requieran estrategias podemos hablar del blackjack, en donde el jugador tiene como objetivo principal llegar a 21 antes del crupier, pero para hacerlo ser ve obligado a usar estrategias, como considerar el doble valor del as, que puede contar por 1 (lo que se conoce como mano dura) o por 11 (mano suave), e incluso puede jugar varias manos a la vez. Finalmente el rey de reyes de los juegos de estrategia: el ajedrez. Al igual que los juegos de cartas, el ajedrez es una actividad muy recomendada para mejorar la agilidad mental, como bien saben en el Club de Ajedrez Alzheimer Bierzo, ganador de cinco premios en el reciente Torneo de la Amistad de Cubillos del Sil. Una de sus mayores ventajas, demostrada por el Instituto de Psicología de la Universidad de Zúrich, es que activa las dos mitades del cerebro al unir la parte dedicada al proceso de información visual para buscar patrones con la parte analítica para elegir el mejor movimiento lógico.

El deporte y la actividad física regular no solo ayudan a mantener en forma el cuerpo, sino también la mente. Por una parte, el senderismo por parajes naturales supone un ejercicio idóneo para reducir los niveles de estrés y ansiedad, dos males cotidianos que producen un desgaste en el sistema inmunológico y que afectan de manera directa a determinadas áreas corporales, como las cervicales, el nervio ciático, el aparato digestivo o la piel. Por otra parte, también existen ciertos ejercicios de gimnasio que ayudan a reducir la depresión, tal y como se desprende de un reciente estudio elaborado por la Universidad de Limerick, en Irlanda.

En lo que respecta a las técnicas de relajación, está demostrado que su práctica diaria o habitual reduce los síntomas de ansiedad. Existen múltiples métodos procedentes de diversas corrientes, aunque dos de las técnicas más ampliamente recomendadas por la psicoterapia son el entrenamiento autógeno de Schultz, basado en la concentración pasiva en las sensaciones físicas mediante seis ejercicios, y la relajación muscular progresiva de Jacobson, consistente en una serie de ejercicios para tensar y relajar los principales grupos musculares del cuerpo. Actualmente también está muy extendida la práctica de pintar y colorear mandalas, una técnica ampliamente estudiada por el psicoanalista Carl Gustav Jung. El mandala es un término de origen sánscrito que significa ‘círculo’ y Jung vio en estas formas la representación del alma humana y del arquetipo de lo que llamó el sí-mismo o lo inconsciente colectivo. Más allá de la teoría del prestigioso psicoanalista austriaco, lo cierto es que el hecho de pintar mandalas traslada a la mente a un estado de concentración y aislamiento que propicia la relajación mental.