Su último balón de oxígeno era un fondo social de La Caixa que finalmente les ha sido denegado. En consecuencia, piden ayuda a la sociedad berciana y leonesa, así como a empresas e instituciones públicas, para no verse obligados a cesar su actividad y cerrar sus puertas de manera definitiva.
Juan Manuel Rero, portavoz y tesorero de la Asociación Caracol, denuncia que sus proyectos no suelen encontrar suficiente financiación por cubrir una causa socialmente desamparada, con poca visibilidad y rodeada de prejuicios e hipocresía. "Llevamos 25 años trabajando de manera precaria, pero con mucha devoción", asegura Rero. Ahora, Caracol inicia el arduo camino de poner en marcha campañas para reivindicar su labor y ponerla en valor, con el objetivo de encontrar el apoyo económico de empresas e instituciones. "Necesitamos impulso aquí y ahora", insiste Juan Manuel.
Entre otras cuestiones, se enfrentan al impago de las nóminas a sus trabajadores y a la falta de presupuesto para llevar a cabo su actividad. Asimismo, solicitan al Ayuntamiento de Ponferrada -con el que tienen un convenio anual de 3.000€- que retome la escuela de sexualidad para padres e hijos que hace dos años desarrollaba junto con la asociación, pero que cancelaron por motivos que ésta desconoce. Asimismo, la asociación va a ascender sus reclamaciones a la Diputación de León y se encuentra en plena búsqueda de socios que puedan aportar su granito de arena.
Situación límite
El portavoz de Asociación Caracol advierte de que su situación es tan acuciante que "antes de hundirnos, daremos por finalizada nuestra actividad". Para completar el presupuesto de este año necesitarían aproximadamente 2.000 euros de financiación, mientras que de cara al próximo ejercicio la cuantía sería de 6.000 euros.
Lorena Alonso, educadora social de la asociación, destaca que en el año 2018 prestaron atención a un total de 938 usuarios de toda la provincia que quedarían desamparados si esta problemática no se resuelve. "No encontramos el suficiente apoyo de las instituciones públicas", insiste Alonso. Además, muchas administraciones les deben dinero prometido a proyectos que ya se han llevado a cabo pero cuya financiación nunca llegaron a recibir.
La situación de la Asociación Caracol es límite, pues si no encuentran financiación para continuar su labor lo que queda de año, será imposible continuar con ella de cara al año que viene, con lo que 270 bercianos afectados por SIDA perderían este gran apoyo en la comarca y en toda la provincia.