Y la ministra Teresa Ribera vino a Fabero; bueno. Apareció en Fabero; bueno, se hizo ver por Fabero. Así sí, este es el comienzo adecuado de la viñeta.
No hubiera estado mal que la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico pisara El Bierzo, el corazón de sus cuencas mineras, de sus pueblos en decadencia, se impregnara del aire pesado y gris; que se manchara los zapatos en el polvillo de las calles. Eso no entra por los ojos en una videoconferencia -o como lo han rebautizado sus avezados gabinetes de Prensa: Presencia telemática-. Y es que, en breve encontraremos la defición para la presencia de Dios entre los hombres, dejen que nombre jefe de Prensa el altísimo.
La cosa es que el concepto comparecencia de prensa ha tenido una evolución mayúscula este martes con la no presencia, no aquí, de la Ministra. Convocaron a los Medios a acudir a Fabero a esta "comparecencia telemática"... y algunos fueron. Es decir, "le convocamos a su Medio" a la intervención de la ministra en el acto protocolario de la firma entre Ayuntamientos Mineros, Junta y Gobierno al Plan de Restauración Ambiental de espacios degradados por la minería. Presencia telemática (así se cerraba la convocatoria).
A nosotros nos pareció que eso de convocanos a mirar a una persona que nos habla desde una gran pantalla; desde lo alto; que viene pero está a 350 KM, pero que supuestamente comparece... nos pareció un poco aquel Gran Hermano de Orwel. Quizá si eligen ese canal, ¿podrían ofrecer esta comparecencia por Zoom, Google Meet, Skype ...? O es que tenemos que ir los Medios a donde los políticos, que son quienes se deben a ello, VAN SIN IR; y comparecen sin estar.
A ver si va a ser que la Ministra miró la forma de venir al Bierzo, y se dio cuenta que es una Odisea, y que además está a tomar ... de una comparecencia telemática.