La Consellería de Infraestruturas propondrá al Gobierno central tres alternativas al tráfico tras el derrumbe de dos vanos en el viaducto de la A-6 a la altura de Vega de Valcarce, según ha adelantado el diario El Progreso.
Así, la Xunta sugiere construir un ramal de conexión entre la N-6 y la A-6, de modo que se pueda volver a la autovía antes del túnel de Pedrafita y tras pasar el puente derrumbado. Este trazado iría desde la salida del túnel hacia Madrid a la N-6, por la que se transitaría la mínima longitud posible.
Esta sería la solución a uno de los problemas más importantes que ha suscitado el derrumbe: los transportes especiales. Recordemos que ya el pasado martes, la Xunta y Grupo Pérez Torres coincidieron en "la necesidad de urgir del Gobierno de España alternativas a corto plazo para la circulación del tráfico de transportes especiales mientras dure el corte de la autovía A-6".
El coste de esta actuación se estima en 1,46 millones y, según los cálculos iniciales presentados por El Progreso, podría estar disponible en el plazo de tres meses. Desde la Consellería de Infraestruturas, cuya responsable es Ethel Vázquez, se considera la opción "más eficaz".
La segunda propuesta pasa por crear una variante de Piedrafita por la que puedan circular los transportes especiales sin provocar atascos en la N-6. Su coste sería de 150.000 euros, ya que aprovecharía viales ya existentes.
Finalmente, la tercera alternativa sería habilitar el doble sentido de circulación en el ramal de salida de la A-6 en sentido Galicia para que los vehículos se puedan reincorporar a la autovía antes de los túneles. En este caso estaría pendiente de confirmar la posibilidad de que los transportes especiales circulen por la misma y, de poder hacerlo, lo harían de madrugada.