El Regional Express entre León y Ponferrada protagonizó este jueves un episodio caótico. En primer lugar, no partió a las 7.05 horas, como estaba previsto, por falta de disposición de maquinista. En lugar del tren, se dispuso un transbordo de viajeros a un autocar, que completó el trazado por carretera hasta la capital del Bierzo, con entradas en todas las plazas y estaciones en las que tiene fijadas paradas el convoy regional.
A mitad de recorrido, fue preciso el cambio de vehículo; el autocar convencional que inició la sustitución del tren, por otro de menor capacidad y volumen, porque las dimensiones del primero hacían imposible su acceso a las estaciones que jalonan el trayecto en esta línea. El relevo del vehículo se realizó en Astorga, para evitar extender más las incomodidades para los usuarios.
Además, en el transbordo al autocar en vez de tren, no fueron incluidos los viajeros que salían de León con dirección a Monforte, al entender que no habría continuidad posible más allá de Ponferrada. Esta previsión resultó errónea; porque en esta estación esperaba un tren (de la serie 121, que habitualmente mueve también combinaciones del regional y media distancia) para dar continuidad desde la nueve y diez de la mañana al servicio que no pudo iniciarse en León dos horas antes. En ese tren sí había maquinista.