El teletrabajo, que está ampliamente extendido en muchos países de Europa, no es demasiado frecuente en España. Y aunque es evidente que muchos sectores no tienen la posibilidad de trabajar desde casa, la situación reciente ha obligado a muchos a improvisar una oficina en el hogar. Para quienes el trabajo a distancia es una novedad, puede ser un problema no contar con un espacio adecuado y cómodo en el que las jornadas resulten productivas.
Las recomendaciones de los expertos se basan en fijar una rutina con horarios de trabajo y pausas establecidas, evitar estar todo el día en pijama y, especialmente, delimitar un espacio en casa para trabajar. Pero ¿qué podemos hacer para establecer ese espacio? Probablemente a partir de ahora el teletrabajo sea algo cada vez más normalizado, así que no está demás acondicionar nuestra casa para ello. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber para hacerlo.
Elige una zona luminosa y sin distracciones
Lo primero que debemos hacer para establecer una pequeña oficina en casa es encontrar una zona que nos permita concentrarnos a la vez que estamos cómodos y nos sentimos bien. Lo más importante: evitar las distracciones y una buena iluminación. Si es posible, separa el espacio del resto del hogar con una puerta o algún elemento visual que permita aislar esa zona para así favorecer la concentración. Otros aspectos que debemos tener en cuenta para que el ambiente sea adecuado es que haya orden y quizás una decoración sutil y agradable con algunas plantas y aromaterapia.
Hazte con una mesa y una silla de calidad
La higiene postural es obligatoria en cualquier trabajo de oficina, y mantenerla sin una silla o una mesa adecuadas es casi imposible. Antes de reutilizar cualquier silla que tengas por casa, plantéate comprar una que se adapte bien a tu espalda y que tenga altura regulable para ajustarse a la mesa. Puedes encontrar mesas y sillas de precios muy diversos, pero es importante que sean de calidad para aguantar largas jornadas de trabajo sin producirte dolores o tensión muscular. Una opción es solicitar minicréditos que te permitan pagarlas a plazos.
Mantén el orden
En general, un espacio de trabajo ordenado facilita la concentración y la productividad, ya que evitamos distracciones innecesarias. Esto es especialmente difícil de mantener si no tenéis todo informatizado y trabajáis con documentación física. Para que sea más fácil la organización, podéis recurrir a cajas, bandejas decorativas o pequeños recipientes que os sirvan para colocar bolígrafos, papeles y otros elementos que necesitéis tener a mano.
Ilumina la zona de trabajo
La luz adquiere un protagonismo fundamental, ya que repercute en la productividad y en la sensación de satisfacción laboral. Debemos prestar atención tanto a la iluminación natural como artificial, cuidando que ambas sean suficientes para no forzar la vista. Te recomendamos para ello combinar una luz más focalizada (tipo flexo) con otra más cenital.
Presta atención a la decoración
No hay necesidad de ponernos demasiado creativos, pero una decoración mínima hará el entorno agradable y te levantará el ánimo. Unos toques de color en las cajas que utilizamos para ordenar o un jarrón con flores son ideas que puedes aplicar con este fin. Los tonos alegres o calmados, que influyan de manera positiva en nuestro ánimo, son lo más recomendables y se combinan con colores neutros, que deben ser predominantes. También te aconsejamos incorporar plantas y elementos vegetales, dado que aportan alegría y frescura.
Incorpora una zona de relax
Dentro o fuera del espacio de oficina, procura tener en casa una zona en la que puedas relajarte y despejar la mente. Recuerda que tomar pequeños descansos durante la actividad laboral hace que seamos más productivos.