Laura Aliaga alcanza los 50 partidos en la Liga DIA: “Mi reto es llegar a los 100”

La jugadora del Embutidos Pajariel Bembibre disputará este domingo ante Campus Promete su 50º partido en la máxima categoría del baloncesto femenino nacional.

17 de Febrero de 2018
Actualizado: 23 de Febrero de 2018 a las 13:34
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laura-635
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Después de dos fines de semana sin competición para el Embutidos Pajariel Bembibre, la Liga DIA vuelve este domingo para un cuadro berciano que se medirá a Campus Promete en Logroño desde las 18:00 horas. El choque, importante para dos equipos cuyo objetivo es mantener la categoría, será especial para la jugadora de la escuadra bembibrense Laura Aliaga, que disputará su 50º partido en la máxima categoría del baloncesto femenino español en su tercera temporada.

La alicantina, que pudo alcanzar esa cifra ante el equipo contra el que debutó en la categoría, IDK Gipuzkoa, no pudo celebrar la efeméride con su afición debido a que el choque ante las vascas, que debió celebrarse el pasado 3 de febrero, hubo de ser o de los Deportes de La Rioja, por fin, Aliaga alcanzará esta cifra ante Campus Promete. “Es un partido bonito por alcanzar ese número”, subraya la exterior del cuadro berciano, que añade que “estoy contenta por lo que estoy consiguiendo. Mi reto es llegar a los 100”, precisa la alero rojilla, consciente de la trascendencia de un enfrentamiento “importante porque podría sentenciar prácticamente nuestra permanencia y nos permitiría disputar el resto de la temporada con más tranquilidad. Lo disfrutaríamos más”, apostilla.

“En Bembibre –explica Aliaga– estoy viviendo una experiencia diferente a las anteriores, con compañeras de distintas nacionalidades. Es interesante porque aprendo cosas que no conocía acerca de otras culturas y otros países. Es enriquecedor”, especifica la alero del cuadro berciano, cuyo rendimiento ha crecido con el paso de las jornadas para ser cada vez más importante.

Recorrió España y el mundo antes de llegar al Bierzo

En la villa del Boeza, Aliaga culmina un largo proceso hasta el que podría ser su asentamiento definitivo en la máxima competición del baloncesto femenino español. Pese a haber fichado en la temporada 2012-2013 por el desaparecido Ciudad de Burgos, una lesión evitó que se estrenara en la entonces llamada Liga Femenina. En la siguiente campaña, tras no debutar en el conjunto castellano, decidió dar un paso que podría ser un retroceso, aunque en realidad le sirvió para tomar impulso. Se fue a Cortegada, donde pasó dos cursos jugando en Liga Femenina 2. Su rendimiento creció partido a partido y día a día, lo que le sirvió para dar un nuevo salto a la máxima categoría.

Zamora acogió con los brazos abiertos a una Aliaga que debutó en la Liga Femenina en las filas del cuadro naranja ante el IDK Gipuzkoa, precisamente el que debió ser el rival en su 50º partido en la categoría. En el José Antonio Gasca de San Sebastián, el conjunto castellano, que inició el curso 15-16 con dos triunfos consecutivos, sorprendió al cuadro donostiarra aquel 26 de septiembre de 2015, fecha en la que la alicantina recibió la alternativa. “De esta etapa tengo buenos recuerdos”, rememora Laura, agradecida porque, subraya, “allí di el salto y tuve muy buenas compañeras como Sofía [Silva, jugadora de Campus Promete], que fue mi compañera de casa –y de batallas, ironiza–. Fue un año un poco duro, pero muy satisfactorio”, resume.

Su siguiente parada, La Seu d’Urgell, fue breve, ya que en el conjunto leridano apenas disputó 6 partidos. En el cuadro catalán, admite Laura que “no fue una buena etapa por las circunstancias. Me quedo con el trato de compañeras como Nogaye [Lo, que sigue en el equipo pirenaico], Carla [Escuert, ahora en Campus Promete], Tania [Pérez, que milita en el Sleza Wroclaw polaco] y Belén [Arrojo, del Snatt’s Femení Sant Adrià], así como con el de las personas que ayudaron a que estuviera contenta y alegre en los momentos difíciles”, explica la alicantina, que acabó la temporada 16-17 en el Instituto de Fertilidad Air Europa de Mallorca. Su rendimiento en el conjunto balear le sirvió para jugar en verano en Argentina, concretamente, en Club Ciclista Olímpico de La Banda, su último equipo antes de incorporarse al Embutidos Pajariel Bembibre.