La búsqueda se reanudó por los servicios de Emergencias y Bomberos con la primera luz del día, y el cuerpo fue localizado a las 8.50h. Los amigos, voluntarios y familiares también habían prolongado el rastreo durante la noche en la zona aguas abajo del puente del Ferrocarril. El pequeño había salido tras una pelota.
Los bomberos de Ponferrada participaron desde las 18.40h. de ayer con lanchas y una unidad especializada en rastreo, en la labores de búsqueda y rescate de un niño que fue arrastrado por las aguas del río Sil a la altura de la calle Tercio de Flandes, entre el puente de García Ojeda y el puente del Ferrocarril.
El niño, Alexandru C.S, de 15 años de edad, se tiró al agua para recuperar el balón con el que jugaba en la zona pero la fuerza de la corriente le arrastró y su hermano (de 16 años), que estaba con él, se lanzó también para ayudarle, aunque no pudo. Los equipos de rescate lograron sacar al hermano y el otro niño continúa desparecido.
Hasta el lugar se desplazaron también varias dotaciones de los bomberos de Ponferrada, efectivos de la Policía Municipal y Policía Nacional y la ambulancia del Sacyl. Un grupo de psicólogos del servicio de Emergencias también acudió al lugar para atender a los padres del pequeño, presentes durante los trabajos de rastreo.
Las compuertas de Bárcena se cerraron para facilitar la búsqueda
El jefe de los Bomberos de Ponferrada, José Manuel Valcarce, explicó que el cuerpo fue localizado antes de reanudar el dispositivo de búsqueda. “Ayer tuvimos que suspender la búsqueda porque se estaba haciendo de noche y esta mañana, antes de poner el operativo en marcha, hicimos una inspección ocular desde el puente del Ferrocarril y pudimos apreciar el cuerpo, gracias también a que ha bajado mucho el caudal”, apuntó.
La zona donde fue hallado el cuerpo es unos metros más abajo del azud del río, donde el niño había desaparecido. Valcarce puntualizó que esa fue una de las zonas rastreadas ayer y que, incluso se paso tres veces por ella con la embarcación, pero no se pudo localizar. “Ayer el caudal era más alto de lo que es hoy, ya que se cerraron las compuertas del pantano de Bárcena y nos ha permitido trabajar mejor. A última hora el caudal ya era más bajo pero la falta de luz nos estaba dificultando el rastreo añadió.
En este sentido, apostilló que en esa zona de azud, la caída del agua hace un remolino, que fue lo que envolvió al niño, cuyo cuerpo estaba en el fondo del río unos metros más abajo. Valcarce también señaló que el hecho de que no llevara prendas de vestir en la parte superior del torso también había hecho que fuera más difícil de localizar.
