Los colegios veterinarios de Castilla y León reclaman el control de la fauna salvaje y defienden la caza

El presidente, Luciano Díez, señala que su crecimiento incontrolado incrementa el riesgo de contagio de enfermedades zoonóticas entre ellos y a la población humana

11 de Marzo de 2019
Actualizado: 11 de Marzo de 2019 a las 18:32
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caza635
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El Consejo de Colegios Veterinarios de Castilla y León considera necesario, por el bien de todos, un control de las poblaciones de animales silvestres que conviven con los humanos en el medio rural y que interaccionan en sus hábitats con las actividades agrícolas, ganaderas, lúdicas y deportivas. “Las proliferaciones incontroladas de alguna de las especies de animales silvestres puede poner en peligro la frágil supervivencia de otras que están en peligro de extinción”, destacan en un comunicado.

En defensa de la actividad cinegética, subrayan que “se puede utilizar la caza como medio para el necesario control de las poblaciones y que al hacer este control genera una actividad lúdica y económica que ayuda a la supervivencia en el medio de la población rural”. De esta forma los veterinarios defienden la caza, tras la suspensión temporal de esta decretada por el Tribunal Superior de Castilla y León. 

En su comunicado apuntan que hay que tener en cuenta factores que afectan a todos relacionados con el concepto ‘salud’, entendido como ‘una única salud’, que afecta conjuntamente a todos los seres vivos, humanos, animales domésticos y silvestres y también al medio ambiente, pues “cualquier alteración grave en una de las partes va a afectar a todas las demás que forman el conjunto”.

Así, recuerdan las epidemias de sarna por la superpoblación de ungulados y escasez de alimento para todos ellos, o la Tularemia de las liebres, ambas enfermedades zoonóticas que se contagian a los humanos. O que en temporadas de superpoblaciones de conejos son cuantiosos los daños en los cultivos agrícolas y leñosos. Otro tanto, apuntan, ocurre con los jabalíes y otros ungulados que además provocan graves accidentes de tráfico.

Según explican, es “innegable” que el “incremento incontrolado de ciertas especies silvestres incrementa el riesgo de contagio de enfermedades zoonóticas entre ellos y a la población humana, bien directamente o a través de los animales domésticos, con los que comparten el medio ambiente”. “La Tularemia de las liebres, la Tuberculosis, la Triquinelosis, la Brucelosis y otras son enfermedades compartidas entre los animales y las personas y el riesgo de contagio se incrementa con el aumento incontrolado de las poblaciones silvestres, sobre todo de jabalíes y otros ungulados”, argumentan.

Asimismo, recalcan que la Peste Porcina Africana que se está extendiendo a través de las poblaciones de jabalíes. “Aunque no se trate de una zoonosis, el impacto socioeconómico que tendría si llegase a alcanzar a la producción de cerdos en nuestra Comunidad, como en el resto de España, en un momento en que estamos a la cabeza de Europa en su producción, sería enorme y provocaría una grave crisis en la producción ganadera”, expresan.

A esto añaden la gran preocupación de los ganaderos de extensivo en varias provincias, como Ávila, Segovia y otras, ante las pérdidas provocadas por la expansión del lobo y las responsabilidades que se les puedan achacar por los daños o accidentes provocados por sus animales al huir asustados ante un ataque.

Por todo ello demandan que la administración competente estudie y controle correctamente la evolución de estas poblaciones, con equipos multidisciplinares, integrados por veterinarios, biólogos, ingenieros… preferentemente funcionarios, como garantía de independencia, que estén destinados sobre el terreno y no en los despachos de las ciudades, que obtengan y se hagan públicos los datos sobre la evolución de las poblaciones de animales silvestres y su estado sanitario, con la finalidad de evitar daños y contagios.