La haltera berciana, que partía como clara favorita en Anaheim (Estados Unidos), se impuso en arrancada y dos tiempos y firmó un total olímpico de 258 kilos
La haltera berciana Lydia Valentín, que ofreció una exhibición en el Centro de Convenciones de Anaheim (California), se proclamó campeona del mundo en la categoría de los 75 kilos después de sumar un total olímpico de 258 kilos. La de Camponaraya, que también se colgó las medallas de oro en arrancada y dos tiempos, cumplió las expectativas para superar a la ecuatoriana Neisi Dajomes, segunda, y la francesa Gaelle Verlaine Nayo, tercera, quienes ocuparon los otros dos puestos del podio al final de las pruebas.
A sus 32 años, la que fuera campeona olímpica en 2008 en Beijing completa su palmarés después de proclamarse tres veces campeona de Europa (2014, 2015 y 2017). La berciana, que se había proclamado campeona del viejo continente el pasado mes de abril en Split (Croacia) y partía como favorita al poseer la mejor marca del año, hizo buenos los pronósticos y logró un triunfo incontestable y que sirve para culminar una trayectoria ejemplar en la halterofilia y para el deporte nacional.
La actuación de la berciana fue rotunda. En arrancada, después de que Dajomes cerrara su participación con la plata tras levantar 108 kilos en la tercera tentativa y de que la haltera de Mongolia Ankhtsetseg Munkhjantsan fuese la tercera con 107, Lydia saltó a la tarima y ya en su primer intento superó la marca de su principal rival. 110, 115 y 118 kilos levantó la de Camponaraya en esta modalidad.
En la prueba de dos tiempos el desenlace fue el mismo. 130, 135 y 140 kilos levantó Lydia para asegurar su triunfo. Su principal adversaria, Dajomes, se quedó en 132 para colgarse el bronce en esta modalidad y ser plata en el total con 240 kilos. Por su parte, la francesa Verlaine Nayo, que sería bronce en el final con 237, firmó en esta disciplina un levantamiento de 134 kilos después de fallar en el tercer intento con 138. Por su parte, Munkhjantsan no consiguió sumar. No tuvo rival, por tanto, Lydia para completar su reinado.
Con este campeonato del mundo Lydia culmina un año histórico. Después de ser medalla de bronce en el Mundial disputado en 2013 en Wrocław (Polonia), consigue cerrar el círculo al poseer tres campeonatos continentales, que se suman a sus tres medallas olímpicas. Aunque aún no tiene en su poder las conseguidas en las citas de Beijing (China) y Londres (Reino Unido) y está a la espera de que le sean entregadas en un acto que celebrará el Consejo Superior de Deportes (CSD), la berciana sabe que son tanto el oro de 2008 como la plata de 2012 son suyos después de que las rivales que la precedieron en la clasificación resultaran descalificadas por dopaje. El bronce cosechado en Río en 2016 puso el colofón a una trayectoria colosal. Sin duda, Lydia es historia del deporte español y berciano.
"Lo soñé de niña y ahora lo tengo todo"
"No me creo todavía que soy campeona del mundo. Ha sido una competición increíble, me he sentido muy bien. Sabía que era el momento, que era la competición, pero había que hacerla y en todo momento estaba convencida. Sabía que si luchaba por ello iba a ganar", dijo Valentín nada más bajar del podio.
"Estoy muy feliz. Sabía que era la favorita y he notado la presión, pero creo que al final lo he canalizado a mi favor y estoy muy, pero que muy feliz. No me creo que sea campeona del mundo". "Lo tengo todo. He conseguido lo que soñé cuando era pequeña, cuando comencé a entrenar, y veo que el sacrificio siempre es la mejor opción".