En una rueda de prensa ofrecida el pasado jueves, Lydia Valentín zanjó la polémica cuando un periodista de Deportes Cuatro le preguntó si consideraba "un desprecio o una falta de respeto que se esté hablando de esto para el resto de atletas". La berciana, con gesto impasible, respondió un "no" tan tajante que no fue necesario añadir nada más a su alegato, despertando incluso risas entre los asistentes.
De este modo, parece que las rencillas entre halterófila y futbolista se quedan en una anécdota, a falta de conocer la identidad del deportista que finalmente recibirá el honor de ser abanderado o abanderada España en los Juegos Olímpicos. Precisamente, el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, rechazó el pasado jueves la posibilidad de que el capitán del Real Madrid sea el elegido.
El presidente del COE defiende que serán fieles a la normativa que determina que el abanderado ha de ser el deportista con más medallas en su palmarés, por lo que todo apunta a que será Saúl Craviotto quien porte la bandera española en la competición internacional.