El cambio de posición de la empresa, "reconociendo unas indemnizaciones en parte improcedentes", supone la consecución de un acuerdo entre la ésta y los últimos empleados despedidos a causa del cierre de la central.
CCOO ha valorado positivamente la consecución de este acuerdo, "tras la negativa de Naturgy de no contar con ellos para las tareas de desmantelamiento". Aún así, "como siempre manifestamos, hubiéramos preferido volver a trabajar en el desmantelamiento de la central".
"Estaremos muy vigilantes para que Naturgy (compañía eléctrica propietaria de Anllares) cumpla con los compromisos que ha hecho píblicos para que Lezama Demoliciones -empresa a la que se le ha asignado el desmantelamiento- contrate para realizar estos trabajos, en su amplia mayoría, a trabajadores de la Comarca", han añadido desde el sindicato.