Mascarillas, estricto protocolo de seguridad y muchos nervios durante el primer día de la EBAU en Ponferrada

Este miércoles 1 de julio, 600 estudiantes bercianos se examinan de las pruebas de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU 2020) en Ponferrada, en una convocatoria atípica e histórica marcada por la crisis sanitaria del COVID-19

01 de Julio de 2020
Actualizado: 04 de Julio de 2020 a las 17:44
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ebau 2020 ponferrada (5)
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Las expresiones de nervios no podían disimularse, a pesar del uso de las mascarillas. Este miércoles 1 de julio, 600 estudiantes bercianos se examinan de las pruebas de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU 2020) en Ponferrada, en una convocatoria que durará tres días, atípica e histórica marcada por la crisis sanitaria del COVID-19. 

Quienes tengan reciente su examen de acceso, se sorprenderían con cuánto ha cambiado la imagen visual este año por culpa del Coronavirus. Nada de 'tumultos' de estudiantes agrupados y revueltos; nada de abrazos de ánimo y apoyo ni de celebración tras cada examen; cambien los bolsos y mochilas por material escolar almacenado en bolsas de plástico y visualicen pequeños grupos de pocos jóvenes, separados entre sí y con los accesorios inseparables: mascarilla, gel hidroalcohólico y apuntes. 

A diferencia de otros años, esta vez el examen se celebra en tres instalaciones distintas en la capital del Bierzo, por un lado el Campus de Ponferrada de la ULE y, por otro lado, en los institutos Virgen de la Encina y Gil y Carrasco, a fin de garantizar aforos reducidos en las pruebas que permitan la distancia de seguridad obligatoria. "Este año copiar es más difícil que nunca", bromea un estudiante a las puertas del Campus. En las inmediaciones de cada centro, los alumnos se dispersan para dar el último repaso. Encontramos incluso grupos donde los profesores imparten una última lección improvisada que infunde confianza a los estudiantes y afiance conceptos. 

Protocolo de seguridad

La EBAU 2020 se rige por unas estrictas medidas de seguridad coordinadas por el profesorado y la Policía Municipal de Ponferrada, en total un centenar de profesionales movilizados para garantizar el correcto desarrollo de los exámenes. La Policía controla las inmediaciones de cada acceso para evitar las aglomeraciones y cada alumno es llamado de forma individual por nombre y apellidos para acceder a la prueba. Además, después de cada examen se desinfectan a conciencia las aulas. Asimismo, han sido necesarios muchos más profesores de lo habitual para supervisar cada examen, teniendo en cuenta que los alumnos se dividían en grupos reducidos por aula.

En cuanto al uso de las mascarillas, los alumnos lamentan la incomodidad de las mismas. "Es molesto, hace mucho calor y te desconcentras", explica una alumna. Eso sí, en algunos exámenes han permitido a los jóvenes quitársela para realizar la prueba de manera excepcional. Y es que precisamente el calor ha sido otro de los obstáculos a los que se han enfrentado los estudiantes, ya que la prueba suele celebrarse a principios del mes de junio pero este año el estado de alarma forzó el retraso de una convocatoria ya veraniega. "Hemos tenido que estudiar más tiempo por el retraso de las pruebas y eso también afecta", comenta un joven.

El contenido a examen

Ante la pregunta de cómo ha sido preparar la EBAU durante el confinamiento y con las clases presenciales suspendidas, todos los jóvenes comparten miradas cómplices y expresiones que hablan por sí solas. "Un desastre", resumía una alumna, "sobre todo los últimos temas que teníamos que prepararnos por nuestra cuenta una vez que se cancelaron las clases". Reconocen que algunos profesores se han volcado por completo en apoyarles para preparar la prueba, "pero otros no, ha habido de todo", señalan aferrados a sus apuntes.

Eso sí, casualidad o no, la percepción general es que el temario que preguntan en los exámenes suele ser el previo al confinamiento, "y menos mal", apostilla entre risas una estudiante. A este respecto, Javier Castaño, encargado de los contenidos a examinar, reconoce que "les pedimos que vengan tranquilos, no es un examen que vaya a pillar, es un examen de mínimos". Un examen que ha llevado meses de intensa preparación, sobre todo en las últimas semanas, para coordinar tanto los contenidos como las particularidades de esta convocatoria tan poco convencional. 

Ya sólo queda dar lo mejor de sí mismos los próximos tres días y esperar hasta recibir las notas que darán comienzo a unas ansiadas vacaciones de verano. En cuanto a las carreras y destinos escogidos por los jóvenes, ninguno ha cambiado sus preferencias a causa de la crisis sanitaria.