El objetivo es intentar salvar la vida de los cachorros, los cuales serán sometidos a una muerte segura el próximo 24 de enero, cuando se realice el experimento. Este, a cargo de la Universidad de Barcelona, UB, consistiría, según varias entidades ecologistas, entre las que se encuentra PACMA, en dar a los perros un fármaco con el que determinar la dosis exacta necesaria para acabar con la vida de estos. Aunque el medicamento solo se le suministraría a la mitad de los perros -19 cachorros-, todos, los 38, serían finalmente sacrificados, una vez realizadas las pruebas, para llevar a cabo los estudios post mortem.
Según ha declarado la Universidad de Barcelona a Efe, el experimento "busca desarrollar cuidados para enfermedades fibróticas y que comporta el estudio histopatológico de los órganos de 32 perros de raza Beagle". Asimismo, la universidad ha indicado que la práctica con animales "es en estos momentos insustituible a efectos de garantizar el progreso científico, especialmente de la biomedicina", que "permite hacer frente a las múltiples enfermedades que nos afectan". Unas declaraciones recogidas por 20minutos.
Las redes sociales han estallado intentando impedir esta masacre: