Ponferrada por fin recibe las llaves de las instalaciones deportivas del Campus que espera reabrir en "un mínimo de tres semanas"

El concejal de Deportes del Ayuntamiento de Ponferrada, Roberto Mendo, ha establecido esta nueva fecha, con lo que las instalaciones habrán permanecido 10 meses cerradas antes de su reapertura.

01 de Abril de 2016
Actualizado: 06 de Abril de 2016 a las 10:03
Guardar
20160401_004
20160401_004
20160401_005 La alcaldesa de Ponferrada, Gloria Fernández Merayo, junto al rector´en funciones de la Universidad de León, Jose Ángel Hermida, durante el acto de la firma de recepción y cesión de las instalaciones deportivas del Campus del Bierzo

Tres meses y medio han pasado desde que el Consejo Social de la Universidad de León diera el visto bueno a la cesión permanente de las instalaciones deportivas del campus de Ponferrada al Ayuntamiento, hasta este viernes, día en el que ha tenido lugar un acto puramente simbólico en el que el rector en funciones de la ULE, José Ángel Hermida, ha entregado a la alcaldesa del municipio, Gloria Fernández Merayo, las llaves de las mismas. Merayo ha calificado como "muy satisfactorio" el acuerdo, por el cual la propiedad de las instalaciones queda en manos del Ayuntamiento. Por su parte, Hermida también ha mostrado su satisfacción por el acuerdo, ya que ha reconocido que para la ULE "era muy dificil gestionar unas piscinas".

El concejal de Deportes, Roberto Mendo, que ha estado presente en el acto de entrega, ha establecido un nuevo plazo de apertura, poniendo un mínimo de "tres o cuatro semanas", sin querer entrar en fechas más específicas. Así, las instalaciones deportivas habrán permanecido cerradas al menos 10 meses, desde el 30 junio, antes de conseguir su reapertura. Conscientes desde la institución local de que un concurso público puede dilatar su apertura más de lo deseado, las piscinas se mantendrán los primeros meses gracias a un contrato de servicio, mientras se resuelve la licitación.

El cierre de las instalaciones deportivas situadas en la zona alta de Ponferrada afectó a cientos de personas que acudían a las mismas para utilizar sus piscinas, su gimnasio o su pista multiusos, que sirve para partidos de fútbol sala, baloncesto o volleyball.

La amenaza de cierre movilizó en los meses de mayo y junio a trabajadores y usuarios en varias protestas, que no consiguieron revertir la situación. De esta manera, el 30 de junio, las instalaciones echaron el cierre, dejando a muchos usuarios sin servicio y a 16 trabajadores sin empleo.

La falta de entendimiento entre el nuevo equipo de Gobierno y el rectorado de la Universidad de León, para un nuevo convenio conjunto de gestión -acordado con el anterior equipo de Samuel Folgueral- fue dilatando una solución para la reapertura. Finalmente el Ayuntamiento reclamó institucionalmente la cesión en propiedad de las instalaciones, que la ULE finalmente aceptó a final de año en sus órganos de Gobierno. Hasta ahora no se podido proceder a la entrega 'oficial' de llaves. Y ello porque el conflicto entre los dos candidatos a rector ha provocado que se repitan las elecciones, un tránsito que ha sido aprovechado por el actual equipo rectoral para llevar a cabo el trámite y evitar así los formalismos con la dirección entrante, que aún tendrá semanas por delante hasta tomar posesión y componer todos los órganos.