Por primera vez InfoBierzo muestra la terraza más icónica de la ciudad y el punto de vista que sus privilegiados propietarios tienen de la ciudad, desde el corazón de Ponferrada, en el epicentro de aquel boom industrial de mitad del pasado siglo. La llamada 'ciudad del dólar' crecía desde este punto que terminó siendo plaza central y distinguiendo La Puebla de la zona alta.
Así son las vistas desde uno de los edificios más emblemáticos de Ponferrada, construido en plena 'ciudad del dólar' de los años 50, incluso años antes de que se pusieran en marcha las obras del también mítico edificio Uría que se situaría justo en frente. Cara a cara los dos edificios, testigos del pasado de oro de la capital berciana, son separados únicamente por la Plaza Julio Lazurtegui, 'corazón' de la ciudad.
"El edificio lo mandaron hacer los hijos de Venancio García, así como el ubicado en la Plaza Fernando Miranda, el Edificio de la Campana", explica Loli, hija de uno de los hijos del propio Venancio. Tal y como explica el libro del Centenario de Ponferrada, "Ponferrada 1908-1008", se trata de un proyecto de 1950, encargado a Luis Fidal y Fernández Hontoria. Loli explica para este periódico que se trata de un "edificio familiar, yo nací allí, en la cristalera se pueden ver todavía las iniciales HVC, Hijos de Venancio García".
Este edificio que ha presenciado el nacimiento y caída de otros inmuebles que han marcado y retratado la historia de parte de esta ciudad, también marcó un hito al poseer de los primeros ascensores de Ponferrada, todo un acontecimiento para los bercianos presentes de aquellos años.
En los años 50, Ponferrada experimentó el mayor crecimiento demográfico de España y duplicó su población, pasando de los 15.000 a los 30.000 habitantes. La ciudad quedó perfilada en dos barrios separados por el río Sil. El barrio alto perdió pujanza en detrimento del barrio de la Puebla. La zona alta quedó reservada para actividades administrativas y actos religiosos mientras la zona baja se dinamizaba a base de comercios, bares y cafeterías. La calle del Reloj, la plaza de La Encina y el Rañadero, hasta entonces arterias comerciales de la ciudad, dejan paso a la Puebla como el barrio más importante de la época. Fue aquí donde se construyeron los edificios que aún hoy perduran como legado, un ejemplo es el edificio Uria, inspirado en uno de los edificios más importantes de Nueva York, el edifico Flatiron.
