La contaminación por ozono ha repuntado en Castilla y León durante el verano de 2025, marcado por las dos olas de calor más intensas y prolongadas desde que se tienen registros. Según el informe estatal elaborado por Ecologistas en Acción, los niveles de este contaminante han alcanzado los valores más altos desde 2019, afectando a la totalidad de la población de la Comunidad y dejando un balance especialmente negativo en la comarca del Bierzo. Ponferrada durante estos incendios fue una de las zonas más contaminantes de todo el mundo.
El estudio, que analiza los datos de 31 estaciones de medición en Castilla y León entre enero y septiembre, confirma que en El Bierzo se registraron seis superaciones del umbral de información durante el episodio de mediados de agosto, coincidiendo con los incendios forestales que azotaron la comarca. La comarca berciana, junto con la Cuenca del Ebro, ha sufrido el mayor empeoramiento respecto a la media de la última década, con un aumento del 175% en el número de días con niveles de ozono por encima de los objetivos legales para la salud, frente al promedio del periodo 2012-2019.
El ozono troposférico no procede directamente de una fuente humana, sino que se forma en la superficie terrestre al combinarse otros contaminantes, óxidos de nitrógeno, compuestos orgánicos volátiles, en presencia de radiación solar. El transporte, las centrales termoeléctricas, la industria y la ganadería intensiva están detrás de esas emisiones precursoras.
Por ello, se trata de un contaminante típico de primavera y verano y directamente ligado al cambio climático, que este año ha golpeado con especial dureza tras un verano extremo en temperaturas y radiación solar.
Plan autonómico paralizado
Ecologistas en Acción recuerda que la Junta de Castilla y León cuenta desde 2021 con un Plan de Mejora de la Calidad del Aire por Ozono Troposférico, aprobado en cumplimiento de sentencias judiciales. Sin embargo, ninguna de las 17 acciones previstas ha sido implementada.
El plan está además pendiente de la revisión del Tribunal Supremo, después de que fuera anulado en 2023 por el Tribunal Superior de Justicia.
La organización ecologista insiste en que la contaminación por ozono debe tratarse como un problema sanitario de primer orden. La Agencia Europea de Medio Ambiente cifra en hasta 600 las muertes anuales atribuibles a este contaminante en Castilla y León. Solo este verano, el Instituto de Salud Carlos III estima un exceso de 356 muertes en la Comunidad por la combinación de calor y ozono.
Niñas y niños, mayores, personas con enfermedades cardiorrespiratorias y mujeres embarazadas constituyen los grupos más vulnerables.
Ecologistas en Acción denuncia que la información a la población ha sido insuficiente, ya que la Junta se limitó a difundir un aviso rutinario durante el episodio de El Bierzo, sin poner en marcha un protocolo específico frente a situaciones de alta contaminación.
Medidas propuestas
La organización plantea una batería de medidas para reducir la presencia de ozono:
• Disminuir el tráfico motorizado y penalizar fiscalmente a los vehículos diésel y la aviación.
• Sustituir disolventes orgánicos por agua en procesos industriales.
• Ahorrar energía y ordenar el despliegue de las renovables.
• Imponer una moratoria a las nuevas macrogranjas.
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