DIRECTO | Leo Harlem da el pregón de las Fiestas de La Encina
Las Fiestas de La Encina comenzarán con humor y es que el berciano Leo Harlem será el pregonero de este año 2025. “Contamos este año con otro pregonero de lujo, una persona que lleva El Bierzo en las venas y la risa en su corazón. En un momento de crispación social y política, donde los conflictos parecen ser la tónica habitual, es una alegría reivindicar el humor como punto de encuentro y antídoto a las circunstancias difíciles del día a día”, ha afirmado el alcalde, Marco Morala, que no podía evitar mostrar su satisfacción ante esta elección.
Suena a Ponferrada me voy
El público corea a Leo
VIVA EL BIERZO
Con ilusión, paisanos a disfrutar ¡VIVA PONFERRADA Y VIVA LAS FIESTAS DE LA ENCINA Y VIVA EL BIERZO!
A celebrar
Ahora toca celebrar, me gustaría que disertaseis y cargaseis de alegría y optimismo. Autocontrol, no autolesionarse
Que sigáis siendo embajadores de esta hermosa tierra, no todo el mundo tiene la suerte de haber nacido en El Bierzo, hay que ser generosos con los que vienen
Palabras con los incendios
Cariño y afecto a los paisanos y pedir un aplauso para quienes han ayudado en apagar los incendios
El Bierzo el paraíso sexual,
"El Bierzo el paraíso sexual, el chorizo más picante y la castaña más dulce"
Su madre del Bierzo y su padre de Laciana
Con 7 años me llevaron, yo me hubiese quedado, mis hermanos nacieron en Valladolid, sin más flojos
Recuerdos de su infancia
Su abuela le hacía un botillo en miniatura
Viene por el cariño
Es el cariño lo que me ha traído de vuelta aquí, no la pasta, que no hay un duro
Comienza el pregón de Leo Harlem
Gracias por estar aquí, estoy muy contento, el alcalde me machacaba con el teléfono para que viniese, el presidente de la Ponferradina también. Me pusieron la oreja como una coliflor
Morala agradece a Leo Harlem su labor como embajador
Ponferrada es una ciudad acogedora y solidaria. Y nuestras fiestas son escaparate del alma de nuestra ciudad, el punto de encuentro de todos, un motivo para celebrar y sentirnos orgullosos de lo nuestro. Y esta noche, tenemos el privilegio de contar con un pregonero de excepción. Un hombre que es sinónimo de risas, de cercanía y de un humor inteligente que conecta con la gente de la calle. Un pregonero que, además, conoce bien nuestra tierra, que ha recorrido nuestros caminos y que sabe lo que significa el carácter acogedor y solidario de los bercianos.
Ponferrada, con todos ustedes, el encargado de dar el pregón de las Fiestas de la Encina 2025, el grandísimo Leo Harlem.
Leo Harlem y Morala en el balcón
Quiero agradecerte inmensamente el gesto de generosidad de acompañarnos para dar comienzo a nuestras fiestas, un gesto de cariño hacia los ponferradinos y bercianos, de quienes llevas sus orígenes en el corazón, en las pantallas y en los escenarios.
Si las fiestas son esperanza, son alegría y son felicidad, que tú seas el pregonero encarna a la perfección este deseo de disfrutar con los nuestros de unos días muy especiales.
Gracias infinitas por estar aquí. Gracias siempre por citar tantas veces El Bierzo. Leo tú no eres sólo pregonero de las Fiestas de la Encina. Eres el mejor embajador del Bierzo por toda España.

Primeras palabras a Leo de Morala
Contamos para empezarlas con una persona que sabe bien cómo insuflar ánimo a una sociedad, tantas veces castigada por las exigencias del día a día. Leo, créeme que tu optimismo y tu alegría son recibidos hoy con especial afecto como símbolo de esperanza.
Tú desmientes eso de que es difícil ser profeta en la tierra propia. No me imagino a nadie que resulte más bienvenido en ningún lugar de España que tú.
Recuerdo por los incendios
Queridos ponferradinos, bercianos, las Fiestas de la Encina han llegado tras unos días particularmente difíciles en nuestro municipio, y en todo el entorno, por culpa de los incendios forestales. Por eso, es más necesario aún que en años anteriores mantener, dentro de las dificultades, una esperanza en la capacidad de recuperación de los bercianos, que resulta hoy más imprescindible que nunca. Debemos comenzar acordándonos de quienes peor lo han pasado en sus pueblos, en sus campos, perdiendo sus recuerdos y su tranquilidad. Y cómo no, tener un recuerdo agradecido a los que han dado lo mejor de sí mismos por librarnos de sus peores consecuencias. Todos ellos son los primeros merecedores de la normalidad que para tantos, y especialmente los niños y los más jóvenes, representan estas fiestas.