Trabajadores de AMBI y COCEMFE en el juicio contra el expresidente: "Entregábamos parte del sueldo ante la posibilidad de perder el trabajo”

La Audiencia de León juzga esta semana a José Antonio Fierro, por un delito contra los derechos de los trabajadores por presuntamente presionar a sus empleados para que entregaran parte de su sueldo

04 de Marzo de 2024
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Audiencia Provincial de León
Audiencia Provincial de León

La Audiencia de León juzga esta semana al expresidente y director ejecutivo de las entidades COCEMFE León y AMBI, José Antonio Fierro, por un delito contra los derechos de los trabajadores por presuntamente presionar a sus empleados para que entregaran parte de su sueldo argumentando que era necesario para el funcionamiento de las asociaciones. 

José Antonio Fierro, expresidente y director ejecutivo de las entidades COCEMFE León y AMBI
José Antonio Fierro, expresidente y director ejecutivo de las entidades COCEMFE León y AMBI

 

Según el escrito de calificaciones, "el acusado exigía a sus trabajadores parte del sueldo que recibían de la empresa a partir de determinada cantidad pecuniaria que variaba en función de los ingresos del trabajador, normalmente en trabajadores de jornada completa cuando superaban los 1.200 euros netos mensuales y en los de media jornada cuando superaban los 600 euros/mensuales".

El acusado citado en la Audiencia de León este lunes ha basado su defensa en mantener que esas aportaciones se hacían con carácter voluntario debido al carácter solidario y comprometido de ambas asociaciones, según apunta Radio Bierzo.

Una parte de los damnificados han testificado ante el Tribunal y todos han señalado que hacían esas entregas ante la posibilidad “de perder su trabajo”. Asimismo, apuntaban que aunque la situación ‘flotaba en el ambiente laboral’ y era un “tema tabú” del que nadie quería hablar en la oficina.

Durante la sesión de este lunes, una trabajadora ha llegado a afirmar que las pagas extraordinarias al completo también tenían que aportarlas ante la petición de su jefe e, incluso, los finiquitos (ya que muchos encadenaban contratos temporales en función de los programas subvencionados que lograba el colectivo), tampoco llegaban a cobrarse.

Los empleados también han declarado que la situación se acabó cuando el acusado dimitió de sus cargos tras una acusación de acoso sexual por parte de una ex trabajadora. La víctima consiguió demostrar en el juzgado que recibía insinuaciones sexuales por mensaje de móvil bajo la amenaza de ser despedida sino aceptaba mantener relaciones.