National Geographic Viajar se ha hecho eco del Soto de Villar de los Barrios, situado en la localidad de Villar —una de las tres pedanías que forman Los Barrios de Salas, dentro del municipio de Ponferrada y declarado Bien de Interés Cultural—, un antiguo castañar con más de cuatro siglos de historia. Este bosque tradicionalmente fue explotado para la extracción de madera destinada a vigas, balcones y estacas para viñedos.
En las últimas décadas, el soto sufrió un notable deterioro provocado por la despoblación local y cambios en las prácticas forestales, agravado además por enfermedades como el chancro del castaño y la infestación por avispilla. Sin embargo, gracias al esfuerzo del gestor cultural y residente Nicolás de la Carrera, se ha puesto en marcha una ambiciosa iniciativa para su restauración.
Actualmente, se ha recuperado aproximadamente un 10% del área total del bosque —que abarca unas 35 hectáreas— centrando los trabajos en terrenos municipales y parcelas privadas. Entre los avances destaca la recuperación completa del sendero Valdelapuente, un recorrido circular que cubre dos kilómetros siguiendo antiguas vías utilizadas para transportar madera. En este trayecto se ha reemplazado un viejo puente pétreo por uno nuevo construido con madera reciclada proveniente del propio bosque.
La biodiversidad del Soto es rica: destacan ejemplares singulares de castaños junto a carballos (robles), fresnos, almendros y cerezos; además crecen helechos, romeros y fresas silvestres que contribuyen a mantener un ecosistema equilibrado. La presencia abundante de líquenes sobre los troncos certifica la calidad del aire en esta zona natural protegida.
Para fomentar su disfrute público y promover el bienestar integral, se organizan visitas guiadas así como sesiones terapéuticas denominadas baños de bosque, encaminadas a crear el primer bosque terapéutico oficial en España. También tienen lugar actividades culturales como el Festival Villar de Los Mundos, que combina música, teatro, literatura, gastronomía local y artesanía.
Entre las iniciativas comunitarias sobresalen creaciones artesanales realizadas por vecinos locales: cofres-estanterías para facilitar el intercambio gratuito de libros o columpios fabricados con madera extraída directamente del soto. Asimismo está previsto construir un refugio dedicado a una carbonera tradicional para reactivar esta antigua profesión utilizando troncos afectados por enfermedades forestales.
El valor ambiental e histórico del Soto ha sido reconocido internacionalmente tras ser galardonado como Bosque del Año 2024 en el concurso promovido por la ONG Bosques sin Fronteras.
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