La decimoséptima Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo (BEAU) concluye este jueves en Ponferrada con la selección y entrega de galardones a los 55 proyectos ganadores de esta edición. El evento, que se ha desarrollado bajo el lema 'Flujos Comunes', busca ofrecer soluciones innovadoras para territorios caracterizados por su hiperconectividad.
La Térmica Cultural, ubicada en la capital de la comarca del Bierzo, ha sido el espacio elegido para el cierre de esta edición. La decisión de trasladar el evento a una ciudad de menor tamaño responde al interés de destacar ejemplos de territorios hiperconectados. Además, La Térmica, un antiguo centro industrial energético transformado en un moderno espacio cultural, simboliza la adaptación a las necesidades actuales.
Ponferrada, sede de la arquitectura innovadora
Según el arquitecto berciano Miguel Ramón, uno de los comisarios de la bienal, "para nosotros, Ponferrada es una apuesta, y este edificio representa muchos de los valores de esta convocatoria, como la reconversión de edificios hacia un modelo más cultural".
La bienal presenta las obras más representativas de los últimos dos años, incluyendo obras construidas, proyectos de divulgación y proyectos de fin de carrera, que constituyen las categorías establecidas para los premios.
Organizada por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, en colaboración con el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España y la Fundación Arquia, esta edición recibió más de 600 propuestas, de las cuales se seleccionaron 110 finalistas. De estos, 55 proyectos fueron elegidos como ganadores, y sus premios serán entregados esta tarde a partir de las 19:30 horas.
Proyectos premiados en la categoría de obras
Dentro de la categoría de 'Obras', se han premiado 20 proyectos. Entre ellos, destacan:
- La estabilización de las cuevas antrópicas urbanas de Tomelloso, en Ciudad Real, un proyecto de José Antonio Aguado Benito, Javier Vellés Montoya y Juan Alonso Aperte, que recupera técnicas tradicionales con soluciones de bajo impacto y coste.
- La torre de bomberos de Vall D'Hebrón, en Barcelona, a cargo de Carles Enrich Studio, que integra un entorno fragmentado donde confluyen un parque, un mercado y viviendas.
- La mejora del borde de la playa de Porto do Son en A Coruña, obra de CreuseCarrasco Arquitectos y RVR Arquitectos, que renaturaliza el acceso a este espacio.
- El proyecto Can Gabriel, en Palma de Mallorca, donde se rehabilitó un piso de los años sesenta en el casco antiguo de la ciudad, obra de TEd'A Arquitectes.
Reconocimiento a la divulgación arquitectónica
En la categoría de 'Divulgación y publicaciones', se han reconocido 15 proyectos, entre los que se incluyen:
- Los Ensayos Críticos del departamento de Proyectos Arquitectónicos de la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, que reúne textos inéditos de docentes e investigadores sobre teoría y crítica de arquitectura.
- El proyecto expositivo 'Computational Compost' de Marina Otero Verzier, en colaboración con Donostia International Physics Center y Locument, que investiga el impacto ambiental del almacenamiento digital.
- El trabajo que aborda el futuro de Madrid, de Javier García-Germán, Alejandro Valdivieso y equipo.exe, que estudia los cambios demográficos, económicos y ecológicos que transformarán la capital de España de aquí a 2050.
Talento emergente: proyectos fin de carrera premiados
Los galardones se completan con los 20 premiados en la categoría de 'Proyectos fin de carrera'. Entre ellos, sobresalen:
- El trabajo 'Un jardín. La resolución del límite ciudad-montaña en Malgrat de Mar', de Bernat Ginot e Irene Pinyol, de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura del Vallés, que propone redefinir el encuentro entre la ciudad y la montaña.
- El trabajo 'Retiro' de Álvaro Pozo, de la Universidad San Pablo CEU, que busca recuperar la cantera abandonada de Palazuelo de Cuevas.
- 'In Memoriam' de Pilar Velázquez, de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, que explora la compleja relación entre vivos y muertos en Iloilo, Filipinas, donde la falta de suelo y la pobreza llevan a la población a convivir entre tumbas.
Exposición y visión de futuro
Además de la entrega de premios, La Térmica Cultural alberga hasta el mes de marzo una exposición sobre esta bienal, que genera "una constelación de proyectos e investigaciones que ofrecen un relato de preguntas y respuestas", según Miguel Ramón.
Ander Bados, otro de los comisarios, destacó que "esta bienal tiene que ser muy transversal. Estar en una ciudad que no es capital de provincia, pero es importante, demuestra que la hiperconectividad puede llegar a estos espacios. Flujos comunes nos afecta a todos todos los días, y la arquitectura debe resolver cosas para lograr un bienestar social".
Bados también abogó por políticas más abiertas a la innovación y por una mayor conexión entre la arquitectura y la sociedad. "Tenemos que hablar de forma más horizontal, que la gente entienda estos proyectos y podamos conectar, porque nosotros vemos muchos elementos que no tienen un proceso participativo, y eso es una desconexión", señaló.
Se prevé la organización de visitas guiadas a la exposición en los próximos meses para facilitar su comprensión al público.
Finalmente, Concepción Fernández, directora del área de Museo de la Fundación Ciudad de la Energía, agradeció la elección de este espacio para la final de la bienal. "Es un hito para nosotros porque la bienal sale de los circuitos habituales, de ciudades grandes, y nos conecta con los derechos culturales con los que trabajamos", concluyó.
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