Desde el año 1989, el PP ha ganado con holgura todas las elecciones generales celebradas, cuyo techo llegó en los comicios del año 2000 con José María Aznar (55,6 por ciento), expresidente de la Junta, y en 2011, con un 55,4 por ciento de los votos, debido a la crisis y a como salió del Gobierno el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Sin embargo, los socialistas también se acercaron a los populares en los comicios de 2004 y 2008 con el leonés como candidato a La Moncloa.
Los socialistas, encabezados por Luis Tudanca, esperan que este domingo se ratifiquen los buenos resultados que tuvieron en abril, con doce diputados frente a los 10 del PP. Además, confían en que los castellanos y leoneses penalicen a populares y naranjas por su pacto para que los primeros mantengan la Presidencia de la Junta y los segundos no cumplieran con los electores su promesa de cambio.
Por el contrario, el PP y su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, se muestran optimistas en recuperar una parte de los ocho escaños perdidos en abril por la fragmentación del voto entre Ciudadanos y Vox. La llamada a concentrar el voto en la formación política con más opciones de vencer al PSOE de Pedro Sánchez ha sido una constante desde la convocatoria a las urnas y durante la campaña.
Ciudadanos, socio del PP en la Junta, obtuvo ocho diputados, en todas las provincias, excepto en Soria, y saltó a la tercera posición en detrimento de Podemos que perdió sus tres representantes. Ahora, con poder institucional, los naranjas de Francisco Igea ponen a prueba cuántos escaños conseguirán retener y si la estrategia de Albert Rivera de pactos de gobierno con los populares les pasa factura.
El partido de ultraderecha Vox entró en el Congreso con un diputado por Valladolid, que aspira a revalidar, así como a conseguir alguno más en el resto de provincias después de que en los últimos comicios superara a Podemos-IU-Equo en votos. Unidas Podemos espera rescatar los perdidos en abril en Burgos, León y Valladolid.
Los populares han mantenido una media de voto del 42% en las nueve elecciones generales celebradas entre 1989-2016, año en el que con José María Aznar se inició el ascenso, que llegó en 1996 al 52,2%, en el 2000 al 55,6 y en 2011 al 55,4%. Solo en 2015 bajaron del 40% y en 2019 cosecharon sus peores resultados al descender hasta el 26,05% y la perdida de 248.435 votos, que se repartieron en su mayor parte Ciudadanos y Vox, que ganaron 80.675 y 183.576 votos, respectivamente.
Para los socialistas, después de que en los comicios de 1986 empataran y en 1989 fueran superados por la entonces Alianza Popular, tienen sus mejores resultados en la última cita de abril, en la que ganaron 114.762 votos hasta los 451.048 (29,78% de los votos), lo que supuso colocarse en primera posición, que tratan de revalidar este domingo. Ese registro se produjo después de haber obtenido los peores datos en 2015 y 2016, con un 22,4 y 23,1%, respectivamente.
En las elecciones de este domingo también se dirime la pugna entre Ciudadanos, Vox y Podemos por situarse en la tercera posición que les dé la opción de contar con representación en el Congreso. En las últimas autonómicas del pasado mes de mayo, la formación naranja desbancó de esa posición a Podemos y también Vox, pues los morados pasaron al quinto lugar por el número de votos.