Rechazado el estudio de impacto ambiental para el proyecto de central hidroeléctrica en el Salto de Ocedo del río Ancares

La Secretaria de Estado de Medio Ambiente considera que “previsiblemente causará efectos negativos significativos” sobre la fauna y la flora

11 de Agosto de 2017
Actualizado: 15 de Agosto de 2017 a las 17:48
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La Secretaria de Estado de Medio Ambiente formuló una declaración de impacto ambiental desfavorable para el proyecto que pretendía instalar una central hidroeléctrica de baja potencia en el Salto de Ocedo, situado al paso del río Ancares por el municipio berciano de Vega de Espinareda, según publica la edición de este viernes del Boletín Oficial del Estado (BOE). En su escrito de rechazo, la Secretaría de Estado considera que el proyecto “previsiblemente causará efectos negativos significativos” sobre la fauna, la flora, el paisaje o el patrimonio de la zona.

En ese sentido, los responsables de Medio Ambiente reiteraron que las medidas previstas por el promotor, Suma de Energías SL, no son una “garantía suficiente de su completa corrección o su adecuada compensación”. Al respecto, advierten del daño que la infraestructura podría causar en la Reserva de la Biosfera Ancares Leoneses, dentro de cuyos límites se ubica el proyecto, afectando indirectamente también a los valores naturales del espacio natural protegido Sierra de Ancares y del ZEC y ZEPA homónimos, ubicados aguas arriba.

La central hidroeléctrica proyectada debía aprovechar un caudal de 11.000 litros por segundo en los términos municipales de Vega de Espinareda y Arganza. El proyecto preveía derivar una parte del caudal del río para ser turbinado en la central y devolverlo aproximadamente 3,8 kilómetros aguas abajo, gracias a la construcción de un azud. La infraestructura tenía un funcionamiento previsto de 2.560 horas anuales para la producción de 10,90 GW/h al año.

Tras haber transcurrido cerca de diez años desde que el proyecto se sometió por primera vez a evaluación ambiental y después de recibir alegaciones en contra por parte de multitud de asociaciones y colectivos ecologistas de la comarca del Bierzo, la iniciativa queda ahora aparcada, pese a contar con el visto bueno de la Dirección General de Energía y Minas de la Consejería de Economía y Empleo.