Esta vez InfoBierzo visita las montañas del Oeste, donde el viento se encuentra enredado entre centenarios castaños, como molinos quijotescos ante el pasar de generaciones de lugareños, como aquel rumor del agua de fuentes que nacen entre sus troncos, zigzagueando el tiempo.
APUNTE DEL FOTÓGRAFO, Francisco López Pozo
Hay varias opciones para llegar a Peñacaira. Por carreteras de asfalto irregular podemos llegar desde Barjas o desde Cadafresnas, pero para el que disfruta del camino lo mejor es llegar en coche hasta Güimil - antes podemos visitar Serviz-, y desde allí en un breve paseo entre castaños en menos de una hora llegaremos a Peñacaira y Corrales, o viceversa.
La subida desde Güimil no es demasiado dura y pronto vemos emerger la silueta de la Iglesia de San Lorenzo, que da cobertura espiritual a los pueblos de Serviz, Güimil, Peñacaira, Corrales y Mosteirós.
Desde allí , sin dejar de admirar el paisaje de las montañas del oeste , podemos dirigirnos hacia la derecha, bajando hacia Peñacaira, o subir a la izquierda hasta Corrales.
En Corrales aún resisten varios vecinos, y también en Peñacaira - aunque este año ha pasado oficialmente a engrosar la lista de pueblos deshabitados-, se ven algunos coches de hijos del pueblo que buscan alejarse un rato de este mundo pandémico.
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