El Bierzo continúa recuperándose de los devastadores incendios que asolaron a la Comarca en el mes de agosto, en uno de los veranos que más huella dejarán en los corazones de sus vecinos.
Y es que miles de bercianos contuvieron la respiración ante el avance de las llamas, sin saber cuál sería el resultado una vez se extinguieran, algo que, en su momento, parecía imposible.
Entre las localidades afectadas, destaca Arnado, perteneciente a Oencia, donde el incendio denominado Gestoso se llevó por delante más de 13 casas, una herrería medieval y la ermita. Una 'huella negra' que puede observarse muchos kilómetros antes de llegar a la localidad, donde un paisaje desolador recuerda una de las mayores tragedias vividas en El Bierzo y en España y de la que costará pasar página, si es que se puede.
Durante días, la realidad de los vecinos de Arnado fue la de ver cómo las llamas arrasaban sus casas, sus calles y el pueblo tal y como lo conocían para dar paso a un Arnado donde todavía huele a humo, lleno de cenizas y escombros con un pequeño 'oasis verde', que nada tiene que ver con el anterior paisaje del pueblo.
"El 16 de agosto, fue el día que nos hicieron marchar del pueblo. Vino la Guardia Civil, nos hicieron desalojar todo el pueblo, diciéndonos que no nos podíamos quedar aquí, que era imposible, que podíamos morir si nos quedábamos y que era responsabilidad de ellos. Según ellos, aquí no podía quedar nadie". Así recuerda con mucha conmoción una vecina de Arnado.
Un fuego que llegó a Arnado "por los cuatro costados" y que "quemó lo que quiso". Sin embargo, esto no frenó a sus vecinos, que dos días después, regresaron a su casa para hacer frente a las llamas que amenazaban el pueblo. "Gracias a que vinimos el lunes por la mañana, pudimos salvar el resto del barrio porque estaban empezando a arder el resto de las casas del barrio y, como esto es una colmena, si arde una casa, arden todas". "De no haber venido, hoy este barrio ya no existiría. Tuvimos que ser los vecinos quienes apagamos el fuego".
Unas labores de extinción que se vieron agravadas por la falta de agua, dado que las llamas también calcinaron la principal tubería de agua de Arnado: "No teníamos agua en el pozo, nos encontramos con que no teníamos agua para apagar el incendio. Tuvimos que ir al río con botellas, con garrafas, con lo que teníamos y con eso logramos apagar el fuego. Fue una cosa heroica".
Un episodio que genera "impotencia" a los vecinos de Arnado: "Es un dolor tan grande, ver todo así. La fauna, la flora desaparecidas. Esto es horroroso".
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