La memoria del 'pico y pala' que levantó las instalaciones deportivas de Compostilla

Este centro formativo se creó el 4 de octubre de 1951 tras constatar que no había en España suficiente mano de obra capacitada para llevar a cabo labores como el montaje de una central térmica.

22 de Marzo de 2014
Actualizado: 21 de Octubre de 2014 a las 17:53
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El 4 de octubre del año 1951 echaba andar, en los talleres de Endesa, la primera escuela de aprendizaje industrial de El Bierzo, y lo hacía bajo el nombre ‘Escuela de Aprendizaje Santa María de Compostilla de Endesa’.

Antonio Benítez, ingeniero de profesión, fue el fundador y director de este centro formativo, que se creó tras constatar que, por aquel entonces, no había, en España, suficiente mano de obra capacitada para trabajar en labores como el montaje de la central térmica de Compostilla I. Asimismo, este centro formativo se puso en funcionamiento gracias a la labor altruista de los técnicos de la empresa, que ejercían de profesores, después de su jornada laboral, dando clase sin recibir ningún tipo de contraprestación económica por ello.



Esta escuela, que estuvo en funcionamiento durante siete años, hasta que la Escuela Sindical de Formación Profesional absorbió a la de Endesa, se caracterizaba por llevar a cabo una formación humana e integral de los aprendices, además de una preparación técnica encaminada a crear un buen equipo de especialistas. De este modo, y en un breve plazo de tiempo los aprendices se convertían en jóvenes con experiencia práctica en uno o varios oficios, pero también con conocimientos teóricos, que constituían la base fundamental de su formación.

Las obras de las instalaciones deportivas de Compostilla, cuya construcción se inició pasado el año 1950, se llevaron a cabo gracias, en buena medida, a los alumnos de la Escuela de Aprendizaje de Santa María de Compostilla.

 



 



Estos jóvenes participaron activamente en los trabajos, “tirando de pico y pala y empujando las vagonetas llenas de tierra”, recuerda Antonio Mourenza, uno de aquellos aprendices, que se siente “orgulloso” de su aportación, y la de sus compañeros, en aquellos trabajos.  “Nos formábamos en el taller, que estaba contiguo a Compostilla I, y allí hacíamos las piezas para la central y en verano, como no había clase, íbamos al campo de fútbol a ayudar en la construcción de las instalaciones”, puntualizó Mourenza.





En la actualidad, las instalaciones de Compostilla lucen un aspecto renovado tras las tareas de acondicionamiento, iniciadas en verano del 2013, y que han permitido la colocación de hierba artificial en el campo, entre otros arreglos.



Mourenza recuerda “con satisfacción” aquellos momentos de su juventud y celebra que estos campos, después de su remodelación, se hayan convertido en unas “extraordinarias instalaciones deportivas, para uso y disfrute de las nuevas generaciones”, ya que Compostilla cuenta ahora con un moderno campo de fútbol, que acoge los partidos de la cantera del club presidido por José Fernández Nieto, y que ha sido bautizado con el nombre del seleccionador nacional de fútbol, Vicente del Bosque.



Los aprendices de Endesa califican como “un gran acierto” la idea de la Sociedad Deportiva Ponferradina de ponerle el nombre del seleccionador nacional de fútbol a las citas instalaciones, cuya reinauguración se llevó a cabo el pasado 23 de octubre y contó con la presencia del propio Vicente del Bosque.



Por otro lado, los que un día fueron los jóvenes aprendices de Endesa celebran, desde hace 23 años, coincidiendo con el mes de septiembre, una jornada de convivencia en la que recuerdan todas aquellas vivencias. En esta ocasión, el encuentro se aplazará hasta el 4 de octubre, ya que se han visto obligados a retrasar la celebración, al estar las plazas hoteleras reservadas para el Mundial de Ciclismo.

Asimismo, con mucho pesar, Mourenza reconoció que con toda probabilidad cuando la celebración cumpla los 25 años, coincidiendo con las bodas de plata, dejará de celebrarse, ya que lamentablemente muchos de aquellos aprendices ya no pueden acudir a la cita.

Este grupo de aprendices también aprovecha este encuentro, que se celebra con carácter anual, para agradecer a Endesa, aquella oportunidad que “nos dio, cuando eramos jóvenes, para formarnos”, así como el apoyo que “nos presta para poder darle continuidad a esta celebración.