Los tejos son imponentes árboles que se erigen sobre las personas, que perduran, protagonistas de historias y leyendas... y que pueblan El Bierzo a lo largo y ancho de la Comarca. Son muy longevos, pudiendo superar los 1.500 años de vida. El de San Cristóbal no es el único, aunque sí el más arraigado en la memoria popular, no en vano se data en más de 1.200 años.
En su acepción más 'científica' se trata de una especie dioica, con pies masculinos o femeninos. Dan un fruto en forma de arilo carnoso que rodea la simiente, de color rojo. Maduran en otoño y cada seis o siete años el árbol tiene una producción abundante de frutos.
Pocas veces forman bosquetes, son 'solitarios'. El arilo o baya es la única parte libre de taxina -tóxica- pudiendo ser ingerido con la precaución de retirar la semilla.
Al hablar del tejo no podemos dejar de referirnos a su carácter sagrado. Los pueblos celtas lo veneraban, dado que formaba parte de algunos de sus rituales al ser considerado un árbol sagrado, probablemente debido a su extraordinaria longevidad, que lo hace parecer inmortal.
El cristianismo lo adoptó y lo incorporó a su doctrina como símbolo de la vida y de la muerte. Y por su longevidad, símbolo también de la eternidad. Por esta razón, en Asturias es frecuente verlo plantado al lado de ermitas, iglesias y cementerios, desde tiempos remotos, como símbolo de la trascendencia de la muerte.
Una curiosidad… la expresión “tirar los tejos”. Los celtas, tenían por costumbre que fueran las mujeres quienes eligieran esposo. Cuando una mujer celta tenía elegido al hombre con el que quería casarse, le lanzaba ramitas de tejo para darle a conocer su decisión.
En España el tejo más longevo es el tejo de Bermiego, un árbol milenario de la especie Taxus baccata de Bermiego, en Asturias. Este árbol tiene más de 1.000 años, como su 'hermano' en El Bierzo, el Tejo San Cristóbal de Valdueza con 1.237 años de edad, según la ingeniera de montes Elsa Martín Díaz, que en el año 2008 afirmó que el ejemplar tenía 1.223 años.
El tejo de San Cristóbal de Valdueza se trata del más famoso de la provincia, con un perímetro de su tronco es de 475 cm y más de un milenio de vida. Sin embargo, Dativo Rodríguez, grafista de InfoBierzo, ha localizado una veintena de tejos y los ha situado en un mapa con el que la gente pueda visitarlos. Muchos serán desconocidos para el público, pero son igualmente centenarios y se enraízan en el pasado celta de los pueblos astures que estaban asentados en la Comarca antes de la conquista romana.
Así, este es un recorrido por los tejos y tejedas silvestres, casi siempre monumentales por su porte y edad de la Comarca, desde los solitarios a las 'familias' de 2 o 3 ejemplares que merecen también protagonismo. Desde Brañarronda hasta Burbia pasando por Albares de la Ribera, si eres amante de la naturaleza, no querrás perderte esta ruta.
- Tejos de Brañarronda. A unos dos kilómetros de Rioscuro, en dirección El Villar de Santiago, parte desde la carretera, a mano derecha, una pista que remonta el arroyo de Brañarronda
- Tejos de Salientes. Se trata de dos ejemplares de buenas dimensiones, ubicados uno tras el ábside y otro junto al lateral norte de la iglesia de esta localidad.
- Tejeda del Reventón. Se parte de Cuevas del Sil hacia la Braña de la Seita y, una vez alcanzada esta, hacia Braña Zarameo.
- Tejo de Anllarinos del Sil. Está situado en la esquina de una casa particular que hay frente a la iglesia de esta localidad.
- Tejo de Fabero. Ubicado dentro de una finca particular muy cerca de la vieja iglesia de San Nicolás. Se trata de un tejo macho.
- Tejeda de Burbia. Está situado en los Ancares leoneses. Es un bosque mixto con tejos, acebos, abedules y avellanos, con el suelo cubierto de arándanos.
- Tejeda de Cantejeira. Desde Balboa se llega a la población de Cantejeira. La tejeda se extiende por la ladera norte del Monte da Fervenza.
- Tejo de Pumarín. Se trata de un tejo respetable, cuyo tronco mide 240 cm de perímetro a un metro del suelo, que se encuentra adosado una casa particular de esta localidad.
- Tejo de Villafeile. Tejo ubicado en el cementerio de esta localidad perteneciente al municipio de Balboa.
- Tejo de Pradela. Está situado junto al lado norte de la espadaña de la iglesia de esta localidad.
- Tejos de Villarrubín. Se trata de cuatro impresionantes tejos añosos que viven frente al pórtico de la iglesia de la localidad.
- Tejo de Llamas de Cabrera. Dentro de la zona urbana de esta localidad, medra este ejemplar situado al borde de la carretera.
- Tejo San Clemente de Valdeuza. Se trata de un tejo no urbano, localizado un poco más de un kilómetro al sur de San Clemente de Valdueza.
- Tejo San Cristóbal de Valdueza. Seguramente se trata del tejo más conocido y fotografiado no sólo de la Comarca, sino de la provincia. El perímetro de su tronco es de 475 cm. En cuando a su edad, el tejo tenía exactamente 1.223 años de edad (según la ingeniera de montes Elsa Martín Díaz en el año 2008).
- Tejos de Compludo. Se trata de 4 tejos machos situados en el minúsculo cementerio que hay adosado a la iglesia.
- Tejos de Albares de la Ribera. En su cementerio viejo, anexo a la iglesia parroquial de esta localidad, existen tres tejos de mediano tamaño.
- Tejo del Valle. Crece en el lateral norte del ábside de la iglesia de esta localidad cercana a Bembibre.