Todos los caminos que conducían a Roma, por El Bierzo: Las vías con las que el Imperio comunicó una tierra de 'oro'

Los romanos desarrollaron a lo largo de su territorio un sistema de ingeniería para construir las calzadas con unas normas y pasos a seguir para una correcta ejecución del trabajo. Así, el proceso consistía en una primera fase de deforestación del área donde estaba proyectada la vía, seguida de una explanación y delimitación del firme, una cimentación posterior, capas intermedias y capa de rodadura

13 de Abril de 2022
Actualizado: 24 de Mayo de 2022 a las 10:46
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vias romanas bierzo
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La historia de la Comarca está estrechamente ligada a la historia romana, a sus grandes obras de ingeniería como Las Médulas y la red de canales hidráulicos desde los Montes Aquilianos (probablemente la obra de este tipo de mayor calado del mundo antiguo), a los acontecimientos que tuvieron lugar durante su estancia en El Bierzo y en la península... A día de hoy son muchos los resquicios del paso de los pobladores de la Antigua Roma que 'recorren', literalmente, las fronteras bercianas, como es el caso de las vías romanas.

Uno de los mayores intereses fue hacer llegar el oro con rapidez y seguridad a Roma desde Las Médulas, la mayor mina aurífera a cielo abierto del imperio romano.

Las calzadas y vías romanas del Bierzo y de toda la Comunidad están 'digitalizadas' con el portal que la Junta de Castilla y León ha creado y que, además, es interactivo. Con un intenso trabajo de campo, el equipo ha recogido todos los caminos del antiguo imperio romano y los ha plasmado en un mapa que a través de fotos muestra lo que queda en la actualidad de ellos. Accede al mapa pulsando aquí (CLIC).

 

La vía como camino de huertas entre Villamartín de la Abadía y Toral de los Vados

 

Además, también señala el estado en el que se encuentran: bien conservado, parcialmente conservado, mal conservado y no conservado. En el detallado estudio aparecen también las grandes ciudades de la época y las vías como la que unía Bergidum Flavium (Cacabelos) con Astúrica Augusta (Astorga). En el gráfico elaborado por Dativo Rodríguez aparecen la vía romana de Astorga a Braga por El Sil (Vía Nova): Astvrica - Foro Gvigvrrorvm con 112 km; la vía Romana de Astorga al Bierzo de 40 km; y la vía Romana de Astorga a Lugo: Astvurica - Lvcus Avgvsti de 32 km.



"Se han tramificado según los grados de conservación cada una de las vías romanas, de forma que puedan valorizarse los mejor conservados y extraer el provecho que se considere de cada uno de ellos, teniendo en cuenta la defensa del Patrimonio y facilitando la compatibilidad con los intereses de las nuevas infraestructuras que se realicen", explican los investigadores.

Lamentablemente, la mayoría de las vías que recorren El Bierzo se encuentran categorizadas como "no conservado", con lo que los vestigios de estas líneas que conectaban las ciudades son mínimos, aunque aún existen algunos como el miliario desplazado hasta San Justo de Cabanillas (Noceda del Bierzo), con alusión a la Vía Nova, que marca la milla XXIII. Está dedicado a Tito y Domiciano.

Miliario San Justo de Cabanillas (Noceda del Bierzo)

 

Los romanos desarrollaron a lo largo de su territorio un sistema de ingeniería para construir las calzadas con unas normas y pasos a seguir para una correcta ejecución del trabajo. Así, el proceso consistía en una primera fase de deforestación del área donde estaba proyectada la vía, seguida de una explanación y delimitación del firme, una cimentación posterior, capas intermedias y capa de rodadura.

Para ejecutar las obras, los romanos disponían de instrumentos como la groma y la dioptra. El primer artilugio se utilizaba para observar y establecer líneas y ángulos rectos. Cuanto todos los hilos estaban paralelos a la barra central quería decir que el groma se encontraba en posición perpendicular al terreno. Se hacían coincidir con la mirada de las cuerdas que pendían de los brazos opuestos. Por otro lado, la dioptra era dispositivo para la medición de distancias y ángulos heredado de los griegos.

De este modo, una vez terminada las calzadas debían contener estos elementos: miliario, bloques de piedra para indicar las distancias en las calzadas; rudus, una capa de cascajo superpuesta; nucleus, una capa de grava o mortero de hormigón y ladrillo; pavimentum, un enlosado irregular; agger, una especie de acero y/o terraplén; statumen, una capa inferior formada por piedras unidas con mortero o tierra.