Se acabó la mina de Ponferrada de los 'Compro Oro'

Llegaron en 2008 a la capital berciana, pero el furor del oro empieza a remitir de manera abrupta, tal como brotó. Un 25% de los establecimientos han cerrado en el último trimestre, y la 'fuga' será mayor

Fundador, CEO de InfoBierzo e InfoLeon
17 de Marzo de 2014
Actualizado: 18 de Octubre de 2014 a las 00:10
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Llegaron en 2008 a la capital berciana, pero el furor del oro empieza a remitir de manera abrupta, tal como brotó. Un 25% de los establecimientos han cerrado desde el último trimestre de 2013 hasta marzo de este año, y la 'fuga' será mayor en los próximos meses.

Un negocio que germina al abrigo de las grandes crisis económicas, y ésta la ha sido, en especial en la Comarca. Ya se realizaba compra-venta de oro en varias de las joyerías de la ciudad, pero el negocio como tal, especializado y distinguido por la llamativa cartelería exterior,  apareció en las calles de Ponferrada en 2008. Del primero en abrir, en 2011 se alcanzaba la cifra máxima de 13 negocios 'compro oro', que han 'sacudido' la pequeña mina aurífera de Ponferrada hasta que todo se acaba y las cajas fuertes o los cajones tienen ya poca renta.

Desde el último trimestre de 2013 hasta este mes de marzo han echado el cierre 4 establecimientos, y según Ignacio Rivera ex propietario del Compro Oro que hasta hace una semana se ubicaba en la primera planta del edificio Uría, el primero en abrir en 2008, "irán cerrando muchos en este 2014". Las razones "hubo demasiado intrusismo de gente que no era profesional del sector, y hundieron el mercado. Fue un saqueo". Además "en el último año se ha desplomado el precio del oro en el mercado", pasando de 45.000 € el kilo en su punto de mayor cotización a comienzos de 2012, a los 27.000 €/kg actuales.

Otro de los propietarios de uno de los establecimientos de la avenida de La Puebla -que curiosamente concentra buen número de ellos en una arteria de negocios en abandono- Luis de Jesús, es tajante al afirmar que antes de que termine este año "habrán cerrado unos cuantos".

El proceso de canje

Se trata de comercios legales, que están sometidos al control de las autoridades y que, en teoría, cumplen los requisitos legales para llevar a cabo este tipo de transacciones sometidas a la vigilancia policial. Cada compra debe quedar registrada en un listado que se remite a la Policía Nacional y la mercancía está inmovilizada un mínimo de 15 días antes de mandarla a fundir. Todo con el objetivo de que estas tiendas no se conviertan en la salida fácil para potenciales o reales ladrones.

Suponiendo que el mecanismo de supervisión funciona, la gran mayoría de la clientela de estas tiendas han sido (y lo siguen siendo) particulares que tenían joyas familiares, regalos o caprichos, relojes, pulseras, anillos, alianzas, cadenas, etc, y que llegado un momento de necesidad económica piensan en deshacerse de ellas para obtener unos ingresos complementarios.