Eso de tener el teléfono 'fijo' en un punto, como una cabina, es algo extemporáneo para los nacidos más allá del año 2000, y aunque para varias generaciones era la forma de comunicarse y sacar de algún apuro, esto ya no es negocio y su utilidad, ceñido ya a servicio de emergencia pública, queda desafectada este año 2022, por lo cual la compañía Telefónica ha comenzado este pasado mes de marzo a retirar estos elementos de una forma de "contactar"... con aquellos tiempos pretéritos.
La vida ha cambiado, es la frase hecha que resume el argumento de la compañía. Las costumbres, los utensilios de uso diario, las conversaciones con los que nos rodean y los mecanismos para tenerlas, también. El Siglo XXI pone punto y final a una etapa de la historia marcada por los teléfonos fijos, los teléfonos públicos del rural, y por supuesto, los minutos echados en las cabinas (y esos segundos del pitido que socorrían más monedas del bolsillo). Sí, las cabinas telefónicas de Ponferrada y de toda la Comarca del Bierzo, como las de Laciana, comenzarán a desparecer a lo largo de este año "al 100%", y así lo confirma Telefónica para InfoBierzo.
Este adiós a las 'llamadas de moneda' tienen ya los días contados, tanto que "se irán desmontando en los próximos meses" pero "no hay fechas concretas", explica el Servicio de Cabinas Telefónicas de la compañía de telecomunicaciones.
Este adiós a un elemento que ya forma parte del patrimonio de las ciudades y de los pueblos, se acerca, y las 21 cabinas de Ponferrada, que aún perviven en las calles de la capital del Bierzo, se esfumarán, dejando la cicatriz de su desinstalación. Sin embargo, también entran en sus últimos días de vida las 3 instalaciones telefónicas de Bembibre, que hasta la pasada semana eran 4, aunque una de ellas ya desapareció y le ha dejado el sitio a un contenedor de tapones con forma de corazón, para iniciativas solidarias
Pero también las 2 de Fabero dirán adiós, con todo lo que podrían contar esas cabinas telefónicas. En la misma línea las últimas llamadas de las 2 de Cacabelos, y las 2 de Villafranca del Bierzo despedirán sus años de historia. Las nuevas tecnologías han ganado la batalla a un elemento icónico de las ciudades y de las zonas rurales. Con ellas se irán las horas al aparato para hablar con la familia cuando estaba lejos, como también las llamadas a ese primer amor que tantas pesetas costó.
Es más, muchas de ellas ya son fósiles de épocas pasadas, ya que su funcionamiento es cero. La esperanza se acaba cuando coges el mamotreto de teléfono y la única señal que suena es la de que su vida llega al fin, como la esquela o cicatriz de su desinstalación. Una parte de la historia de nuestros mayores, y no tan mayores, pasará a ser patrimonio inmaterial de una sociedad, que ahora inmersa en las redes sociales, y las nuevas tecnologías de la comunicación imponen. Por tanto, sólo queda fijarse en ellas, y guardar la imagen como oro en paño, ya que los que vienen, no sabrán lo que son, ni lo que supusieron para la sociedad del siglo pasado. Ahora sí, se acabaron las monedas.