Por ello, y ante casos que demuestran cierta relación entre los jóvenes, como las imágenes de hace una semana en una discoteca en León, desde la Consejería de Sanidad recuerdan la importancia de las tres reglas básicas para evitar contagios, y que pasan por el lavado de manos, la higiene respiratoria y respetar la distancia de seguridad de 1,5 metros o, en su defecto, el uso de mascarilla.
Sin criminalizar a este colectivo, hay estudios que demuestran que tiene más posibilidades de diseminar el virus, puesto que mantienen contactos con más personas y no siempre respeta las medidas de seguridad, a lo que se une la mayor relajación por ser personas sanas que, en muchos casos, no presentan síntomas o son muy leves. En este sentido, la Policía de Ponferrada impuso en los últimos 15 días entre 40 y 50 denuncias por no usar mascarilla en los supuestos obligatorios, aunque el concejal de Seguridad en el Ayuntamiento ha matizado que han sido sancionados "jóvenes y no tan jóvenes".
Si se analiza la evolución en Castilla y León, se observa que la mayor acumulación de contagios en estos 15 días entre el colectivo se dio el 9 de junio, con doce casos nuevos; ocho al día siguiente, para bajar a tres el día 11, y volver a subir a los cuatro el 12. En este período, todos los días ha habido algún caso nuevo entre menores de 30 años, con una concentración del 28,13 por ciento entre las edades de 15 a 19 años.
El propio vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, exigía responsabilidad individual a esta población, ya que en algunas autonomías han repuntado los contagios entre adolescentes en las últimas semanas. "Ser joven no te exime de acabar en una uci, ni del fallecimiento -lo hemos visto en esta Comunidad-, y de la responsabilidad de cuidar y proteger a toda la población", en especial a los mayores y a los más vulnerables. "Todos nos tenemos que proteger entre todos. Es un trabajo de responsabilidad colectiva. Y convendría que la gente interiorizase el concepto de responsabilidad individual de cada uno".