Semáforo Nutriscore: ¿Cómo funciona el nuevo sistema de etiquetado de alimentos en España?

Nutriscore es un sistema de etiquetado europeo, desarrollado por un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford, cuyo principal objetivo es identificar a los alimentos en función de su valoración nutricional. Un sistema de valoración de productos cuyo uso, la UE viene recomendado desde el año 2011,  para facilitar a los consumidores la comprensión de la información alimentaria que recogen los productos y al que España se ha sumado, desde el año 2018, dejando a las empresas del sector de la alimentación la voluntariedad de optar por este sistema de etiquetado hasta que se produzca su implantación definitiva antes del 2022.

El sistema Nutriscore,  funciona a modo de 'semáforo nutricional', de tal forma que a través de un algoritmo, distribuye cada producto en base a una escala de cinco colores  y letras, con el fin de facilitar a los consumidores la comprensión de las propiedades alimentarias de los productos procesados envasados. Estas letras y colores van, de mejor a peor calidad nutricional, de la A a la E y del verde al rojo. La asignación de estos indicadores, colores y letras, se calcula por cada 100 gramos del producto que se analiza, al cual se le atribuyen puntos en  función de sus propiedades nutricionales. Los nutrientes que influyen negativamente en la valoración de los productos son los azúcares, calorías o grasas, mientras que la fibra o las proteínas influirían positivamente. El cálculo resultante del análisis y valoración de todos los nutrientes de un producto genera la calificación final de Nutriscore.


El resultado de todo este proceso de análisis es una etiqueta fácil de ver y de identificar para cualquier consumidor que va a realizar la compra al supermercado. Sin embargo, esta simplificación, a pesar de los posibles beneficios que puede reportar a los compradores, ha generado mucha polémica entre empresas fabricantes de productos tan representativos de la geografía española como el queso, la cecina, el jamón serrano o el aceite de oliva. El principal motivo es que el sistema Nutiscore califica los alimentos basándose en sus nutrientes y no en el alimento en su conjunto o en la calidad de esos nutrientes. Por consiguiente, productos como el aceite de oliva,  van a obtener siempre una mala puntuación según el sistema Nutriscore, debido a la elevada cantidad de grasas que aporta al organismo su consumo. Un análisis que dista mucho de los verdaderos beneficios que tiene este alimento, considerado pilar fundamental dentro de la dieta mediterránea. 

 

 

¿Qué productos no están incluidos dentro del sistema Nutriscore?

1. Productos frescos: carnes, pescado, frutas verduras, legumbres


2. Productos que solo tienen un ingrediente en su composición: vinagre, miel... siempre que no estén procesados.


3. Café, té, infusiones de hierbas y frutas.


4. Alimentos directamente suministrados por el fabricante o tiendas de minoristas en pequeñas cantidades (como los platos preparados).


5. Alimentos que se venden en envases de menos de 25 cm2: chocolatinas, chucherías, barritas de cereales...


6. Las bebidas alcohólicas.

 



Todos aquellos consumidores que estén interesados en consultar la valoración nutricional de los productos que se comercializan en España, podrán hacerlo entrando en el sitio web de Open Food Facts. Una base de datos de productos alimentarios creada por una asociación sin ánimo de lucro e independiente de la industria alimentaria, donde consultar qué valoración concreta reciben  cada uno de los productos procesados envasados que pueden acabar en la cesta de la compra,  en alguna de las visitas semanales al supermercado.