Chapas

Esta afición consiste en el lanzamiento de dos monedas llamadas ‘perras gordas’, tradicionalmente monedas de diez céntimos de la época de Alfonso XIII. Los jugadores, reunidos alrededor de un corro que dirige el organizador del juego o ‘baratero’, apuestan en el suelo una cantidad de dinero estipulada por un jugador que hace de banca, y deben tratar de adivinar si ambas monedas quedarán en posición de caras o de cruces. Si cada una de las monedas muestra una cara diferente, se deberá repetir la jugada hasta que coincidan. La actividad está regulada por la Junta de Castilla y León en dos normas reglamentarias: el Catálogo de Juegos y Apuestas, donde se describe cómo se juega, y el Reglamento regulador de la actividad, donde se somete a autorización administrativa su práctica.
Lo más leído