Una de las personas que no quiso perderse la oportunidad de dedicarle unas palabras a Andreu Buenafuente, fue el presidente del Gobierno. Pedro Sánchez bromeaba: "Has hecho muchos chistes de mí y ahora es mi turno". El comunicador no se arredró. "Aunque estés hablando con un catalán, esto no cuenta como mesa de diálogo", avisó. Y ya en serio, Sánchez ponderó: "Lo que quería era trasladarte, porque soy un espectador más de tu programa, mi agradecimiento porque has promovido la cultura, la música en vivo, el cine, la comedia… Y muchas noches has logrado que muchos españoles se vayan con una sonrisa a la cama".
Una de las intervenciones que el presentador no se esperaba era la de su hija Joana, que apareció en el escenario interpretando a la niña de Shreck "Esto no lo vi venir, ¡qué cabrones sois!", acertó a decir emocionado. Y la pequeña, que tiene alma de artista, no se cortó un pelo recogiendo el testigo de su madre, Silvia Abril, que contemplaba la fiesta desde casa. «La mamá está confinada y esto no se va a terminar así, yo vengo a sustituirla», explicaba con arte la chiquilla.