No se trata de un simple cambio de imagen estético. Es una mutación urbana que conecta de golpe hasta ocho enclaves históricos —icónicos y turísticos— como son el parque del Templo de Debod, la Casa de Campo, Madrid Río, Campo del Moro, plaza de Oriente, el Palacio Real, los jardines de Sabatini y hasta la Gran Vía. Todos ellos contarán desde este lunes con la plaza de España como su eje central.
Desde el principio, los trabajadores se enfrentaron a numerosos obstáculos como diversas complejidades arquitectónicas o la borrasca Filomena que puso en jaque al país a principios de año. El hallazgo más importante fue sin duda el descubrimiento de los muros de las caballerizas reales del siglo XVI, que aparecieron al empezar a excavar en la calle de Bailén con la finalidad de unir el túnel de esta vía con la plaza para soterrar el tráfico.
Las opiniones respecto a esta remodelación de una de las plazas más emblemáticas de la ciudad son muy diversas y así lo comunican los ciudadanos a través de las redes sociales: