Este largometraje nunca se estrenará y esto supone un movimiento complejo por parte de Warner Bros. Elegir que una cinta no se proyecte nunca no es una decisión sencilla y, de hecho, los motivos detrás de esta situación han de tener un peso importante como para que una empresa decida no recuperar la inversión realizada.

El primer motivo de lo sucedido es la empresa detrás de esta producción, que ha costado entre 70 y 100 millones de dólares, siendo una cifra que la sitúa como una gran producción dentro del sector del audiovisual. Warner Bros.

Seguimos con otro motivo que es el tipo de estreno que tendría Batgirl en el supuesto caso de haber sido estrenada. Lo que se habría hablado es que la cinta siempre estuvo destinada a engrosar el amplio catálogo que tiene HBO Max de películas, series y cortos del universo de los cómics de DC.

Y la razón más complicada de encajar es el cambio de dirección dentro de Warner Bros. Este vuelco causó que las directrices que se estaban siguiendo hasta hace algunos años cambiasen de rumbo, la hoja de ruta que establecía un impulso de HBO Max con películas de DC ahora marcaba que deberían ser estrenas en salas de cine primero.

A Batgirl la transición no le sentó nada bien y fue lo que condenó a esta película. Y, es que, para llevarla a los cines, habría que hacer una nueva inversión que rondaría entre 30 y 50 millones de dólares. Warner Bros no está dispuesta a realizar este gasto porque la película habría excedido sus costes de producción.

El resultado ya lo conocemos y ahora todas las piezas están unidas, Batgirl ha sido presa de su tiempo y de una industria donde, lógicamente, prima el dinero. Ahora solo queda esperar a que caída en el olvido o que, en algún momento, vean por buena alguna opción que implique mostrarla al público.