Es oficial: según el Observatorio Cafés y Restaurantes Cashless de SumUp, los españoles ya no esperamos a hacer grandes compras para utilizar la tarjeta. En sólo un año, el ticket medio ha descendido hasta los 17,6 euros. El impacto de los métodos cashless se nota, sobre todo, en el sector hostelero y en comercios minoristas. Probablemente, los establecimientos que más acusan esta tendencia son los supermercados: no hay ni uno solo que no acepte pagos con tarjeta. Y es que, según SumUp, los españoles prescinden del efectivo incluso para comprar té, café o tortilla (los productos más cashless).
Consumidores impacientes que requieren inmediatez
Sin duda, uno de los factores que han consolidado la tarjeta como método de pago favorito es la rapidez con que se realizan las compras. La Confederación Salud Mental España señala que el 64 % de la población española está convencida de ser vulnerable al estrés. Esto explica por qué los consumidores exigen procesos de compra más rápidos, algo que el dinero en efectivo está lejos de garantizar.
El consumidor ya no tiene paciencia para que la cajera o el dependiente de la tienda cuente billetes y monedas, y aún menos para comprobar si no se ha equivocado al calcular la vuelta. Por motivos como este, el jefe de ventas de SumUp en España (Valerio Corsetti) indica que «En muchos locales, el efectivo ya ha pasado a un segundo plano».
Aunque el pago con tarjeta está definitivamente asentado en Madrid y Barcelona, donde el cashless está tan consolidado que su porcentaje de crecimiento es más reducido que en otras ciudades de España, localidades castellanoleonesas como Salamanca, Zamora y Burgos tampoco se quedan atrás.
Hoy día, las compras rápidas ya no son algo exclusivo de las principales capitales.
El e-commerce impulsa los pagos con tarjeta
Aunque, tal y como refiere SumUp, un buen porcentaje (el 41,6 %) de los pagos cashless se realizan en restaurantes —sobre todo, a la hora del desayuno, entre las 6 y las 10 de la mañana—, la tarjeta sigue siendo el método de pago más habitual en las compras online.
Justamente, Euskadi —la cuarta comunidad autónoma donde el e-commerce tiene más auge según el INE— está dentro del top diez de ciudades que superan la media nacional de pagos sin efectivo en restauración.
La implementación de las TIC en las empresas
Otro de los factores que consolidan el pago con tarjeta es la incorporación de las nuevas tecnologías en las empresas. Así lo corrobora Valerio Corsetti, quien identifica tres elementos clave que han favorecido este cambio en el comportamiento del consumidor: «La pandemia, la expansión de los dispositivos móviles y la mejora de la infraestructura digital».
Un ejemplo bastante gráfico de cómo las TIC han impulsado el pago con tarjeta es la Comunidad Foral de Navarra, que está por encima de la media europea en innovación. Nuestro país destaca con respecto al resto de la UE en digitalización. Por este motivo, Pamplona es una de las tres ciudades españolas donde más se paga sin efectivo en cafeterías y restaurantes. También es la quinta en experimentar un mayor crecimiento de pagos con tarjeta y otros métodos cashless.
Todo esto se debe al uso de herramientas informáticas que, como SumUp Terminal agilizan el proceso de compra. La rapidez que requiere el consumidor del siglo XXI y la idoneidad del pago con tarjeta para costear las compras en línea han sido decisivos para consolidar este método sin efectivo que, en nuestro país, sigue siendo más popular que otras opciones como las emergentes pulseras cashless.