Este llamamiento se produce tras la decisión de Israel y de Alemania de ofrecer una dosis de refuerzo a su población de riesgo, mientras que el Reino Unido planea hacer lo mismo a partir de septiembre y otros países ricos se encuentran en la misma reflexión. "Para los países que están contemplando esto (una tercera dosis), el mensaje que les queremos transmitir es que necesitamos centrarnos en las personas que son más vulnerables y que están en mayor riesgo de contraer una enfermedad severa", comentó la responsable del Departamento de Inmunización de la OMS, Kate O'Brien.
"Entendemos la preocupación de los gobiernos de proteger a sus poblaciones de la variante delta, pero no podemos aceptar que los países que ya han utilizado la mayoría de los suministros de vacunas, utilicen todavía más, mientras que las poblaciones más vulnerables del mundo siguen sin protección", dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
En mayo, los países de altos ingresos habían administrado 50 dosis por 100 personas, pero ahora la cifra se ha duplicado, situándose en 100 dosis por cada 100 personas, según advierte la OMS. "Mientras tanto, los países de bajos ingresos inoculan 1,5 dosis por cada 100 personas debido a la carencia de vacunas", ha lamentado Tedros.
Para ello, ha pedido la colaboración de países y empresas que controlan el suministro mundial de vacunas. "El curso de la pandemia depende del liderazgo de los países del G-20", ha señalado el director general de la OMS, que les ha pedido dar prioridad a Covax.
Por último, ha recordado que las vacunas no son la única herramienta para acabar con la pandemia. "Solo podemos derrotarla con un enfoque integral en combinación con medidas sociales y de salud pública que sabemos que funcionan", ha explicado.