Marin defendió que "tiene una vida familiar, una vida laboral" y "tiempo libre" que pasa con los amigos, y expresó su decepción por la difusión de este vídeo en las redes sociales. "Lamento que se hayan publicado", agregó.
A sus 36 años, Sanna Marin se enfrenta a un creciente escrutinio de los medios y la presión de los opositores políticos después de que el vídeo saliera a la luz, pero no se ha quedado en eso. El viernes surgieron nuevas imágenes que muestran a Marin en un club nocturno bailando íntimamente con un hombre que no era su esposo.
"Nunca he consumido drogas en mi vida, ni siquiera en mis años de juventud", dijo Marin, quien confirmó la autenticidad de los vídeos filtrados a los periodistas el pasado viernes. "Ojalá viviéramos en una sociedad donde se pudiera confiar en mi palabra. Pero cuando surgen sospechas como esta, es por eso que me hice estas pruebas".
"No dejaré que nadie me chantajee, bajo ninguna circunstancia, con ningún material", dijo Marin, reiterando su malestar por la filtración de las imágenes. "Tuve tiempo libre y lo pasé con mis amigos y no hice nada ilegal". Concluye la primera ministra de Finlandia.