Preparas la mesa, la cena y todo está a punto para disfrutar de una agradable velada con tu pareja, amigos o familia, pero de repente: "¿alguien trajo sacacorchos?". La mayor parte de las veces que esto ocurre la respuesta es un "no", y a partir de aquí empieza un sin fin de pruebas e inventos para ver quien consigue abrir el preciado tesoro líquido que marcará la diferencia entre una cena mundana y una inolvidable.
Para que este momento deje de entorpecer tus veladas, te dejamos las 7 mejores formas para abrir una botella de vino sin sacacorchos:
Para que este momento deje de entorpecer tus veladas, te dejamos las 7 mejores formas para abrir una botella de vino sin sacacorchos:
- Destornillador, tornillo y martillo. Introduce un tornillo, idealmente bien largo, con ayuda de un destornillador, justo en el centro del corcho, hasta dejar un par de centímetros libres sobre el tapón. Ahora coloca la parte trasera de un martillo con sacaclavos (las "garras") abrazando el torillo saliente, y levanta la herramienta para extraer el corcho, con suavidad. Si no tienes martillo, puedes extraer el tornillo con unos alicantes.
- Ganchos de tornillo. Si tienes a mano un tornillo de los que acaban en gancho circular, lo suficientemente largo, será aún más fácil. Introdúcelo de la misma manera, de forma completa si es necesario, dejando el gancho sobre el tapón. Después, introduce en el gancho un bolígrafo u objeto similar, y tira.
- Con un cuchillo. Escoge un cuchillo en buen estado de calidad, de mesa, pero con punta afilada y sierra (de carne). Introduce con cuidado la punta en el centro del corcho varios centímetros, y empieza a girarlo. Si ejerce mucha resistencia, ayúdate girando primero la botella y manteniendo firme el cuchillo, hasta que el corcho comience a moverse en la boca de la botella. Sigue girando el cuchillo ahora tirando suavemente hacia arriba, como haciendo una rosca, para que el tapón se vaya elevando.
- Golpeando la botella contra la pared. Hay que tener mucho cuidado, pero es un método que funciona. Se puede hacer envolviendo la botella en paños de cocina o una toalla pequeña, o colocándola dentro de un zapato de suela plana y gruesa. Una vez lista, simplemente golpea contra una pared la base del zapato o de la botella envuelta, con firmeza, varias veces; el tapón irá saliendo poco a poco. También se puede hacer golpeando la botella contra una silla, entre nuestras piernas. Lo mejor es sacarlo a mano cuando ya casi esté, o acabarás perdido de vino.
- Con un soplete. Si tienes un soplete de cocina de potencia decente, simplemente enciende la llama y dirígela directamente al cuello de la botella, apuntando a la base del corcho a través del vidrio. En teoría, al calentarse, el tapón saldrá solo. Cuidado, porque puede saltar con fuerza.
- Percha metálica. En realidad podría valer cualquier alambre metálico lo suficientemente grueso como para poder tirar del tapón. La idea es usar el gancho de una percha de metal para darle forma cilíndrica estrecha, introducirla en la botella sin atravesar el tapón, deslizándola por el lateral, y tirar hacia arriba una vez el extremo haya bajado del todo, para sacar el corcho. Los más mañosos pueden probar a darle forma de sacacorchos, doblando el alambre en espiral.
- Colando el tapón. El método más fácil y seguro, aunque poco recomendable con vinos de gama alta, consiste en introducir el tapón en la botella. No queremos romper el corcho, así que no podemos utilizar un objeto afilado o muy fino; lo mejor es el mango de una cuchara de madera o similar. Presiona firmemente, con suavidad, para bajar el tapón hasta que la boca quede totalmente libre. Obviamente, lo recomendable es servir el vino inmediatamente y agotar la botella en esa velada.
