La medicina continúa avanzando a pasos agigantados y los milagros médicos cada vez empiezan a ser más frecuentes. El último ejemplo lo encontramos en Brasil, donde han hecho falta siete intervenciones quirúrgicas para conseguir separar a dos gemelos siameses que habían nacido con la cabeza unida. Casi cuatro años después de su nacimiento, los pequeños han logrado ser separados en lo que ya es considerado un hito en la historia de la medicina.
Los pequeños, Bernardo y Arthur, nacieron hace aproximadamente cuatro años en unas condiciones extremas que requerían de un auténtico milagro médico. Sus cabezas habían nacido unidas, por lo que se requería un método médico para separarlas.
Gracias a los médicos, todo ha salido bien. Han sido cuatro años de continuos procesos médicos, pruebas, pequeñas cirugías e intervenciones, que finalmente han servido para que, en una operación muy complicada, y con tecnología de última generación, consiguiendo separar a los niños.
Los pequeños, Bernardo y Arthur, nacieron hace aproximadamente cuatro años en unas condiciones extremas que requerían de un auténtico milagro médico. Sus cabezas habían nacido unidas, por lo que se requería un método médico para separarlas.
Gracias a los médicos, todo ha salido bien. Han sido cuatro años de continuos procesos médicos, pruebas, pequeñas cirugías e intervenciones, que finalmente han servido para que, en una operación muy complicada, y con tecnología de última generación, consiguiendo separar a los niños.
