La Dirección General de Tráfico (DGT) ha actualizado recientemente el examen teórico para obtener el permiso de conducir en España, adaptándose a las transformaciones que experimenta la movilidad urbana y a las exigencias actuales en materia de seguridad vial. El cambio busca que la prueba deje de ser un simple ejercicio memorístico para convertirse en una evaluación centrada en la aplicación práctica de las normas en contextos reales de circulación.
A pesar de conservar la estructura tradicional compuesta por 30 preguntas tipo test y permitir hasta tres errores, se han incorporado novedades relevantes en su contenido. A partir de ahora, los aspirantes se enfrentarán a preguntas relacionadas con las nuevas señales de tráfico que entraron en vigor desde julio, actualizando así los conocimientos requeridos.
Además, la DGT ha anunciado que para el año 2026 se implementará un formato innovador que incluirá vídeos o fragmentos audiovisuales donde se mostrarán situaciones auténticas del tráfico diario. En estas pruebas visuales, los candidatos deberán identificar posibles riesgos y demostrar su capacidad para reaccionar adecuadamente ante ellos, lo cual permitirá valorar su percepción del peligro y toma rápida de decisiones bajo presión.
Según explicó Pere Navarro, director general de la DGT, esta metodología basada en escenas reales ya es utilizada con éxito en otros países europeos como Reino Unido, donde ha contribuido a mejorar la preparación práctica y preventiva de los conductores noveles.
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