Concretamente, 1 de cada 5 pacientes, de coronavirus desencadena enfermedades mentales, y el 20% de enfermos afectados por la COVID-19, manifiesta ansiedad, insomnio, estrés y depresión.
Sin embargo, el insomnio no deja de ser un problema muy común que presenta gran parte de la población, llegando a superar el 50% de la población mundial y, en el caso de España, afectando a 1 de cada 3 pacientes.
Por ello, dormir con mantas o edredones pesados, consumir poco café o desconectar del uso de pantallas, como la del smartphone, pueden convertirse en grandes aliados para luchar contra este grave problema de salud, que si se cronifica en el tiempo puede provocar un deterioro de la funcionalidad mental, pérdida de la coordinación e, incluso, la muerte, en los casos más extremos.