A partir de 2026 la manera de facturar será completamente distinta a lo que se conoce hasta ahora, y es que desde el 1 de enero de ese año la Agencia Tributaria obligará a todas las empresas a contar con Verifactu. ¿Qué es esta novedad en la facturación? Es un sistema de emisión de facturas verificables que está siendo implementado por la Agencia Tributaria para luchar contra el fraude fiscal y facilitar la digitalización de los procesos empresariales. Su objetivo principal es garantizar la integridad y autenticidad de las facturas electrónicas, mejorando la trazabilidad y el control de la facturación
Esta noticia lleva años preparándose y es que se trata de una normativa que se publicó en 2021, sin embargo, no ha sido hasta hace pocos meses cuando se publicó el real decreto que regula todo lo que los programas de facturación deben tener incluidos. Esta nueva medida afectará a todas las empresas y autónomos que generen facturas dentro del territorio nacional.

Los programas de facturación autorizados deberán:
- Generar automáticamente las facturas en formato electrónico.
- Incluir un código QR visible.
- Firmar digitalmente los documentos.
- Enviar un registro de cada factura directamente a la Agencia Tributaria (opcional, pero recomendable).
- Impedir la manipulación posterior de la información.
Así, desde el 1 de enero de 2026 las empresas deberán contar con esta verificación, mientras que para autónomos y comunidades de bienes la fecha máxima será el 1 de julio de ese año. A partir de esas fechas, será ilegal emitir facturas sin usar un software certificado. Los plazos que pueden parecer lejanos todavía a mitad de 2025, apremian y es que las empresas que facilitan los software para facturación ya no podrán venderlos sin Verifactu desde el 29 de julio de este año.
Sin embargo, para quienes necesiten asistencia en la implementación de esta nueva metodología, empresas como Securactiva facilita y acompaña en el proceso. Los profesionales advierten de no esperar hasta el último momento para cambiar de sistema e ir haciéndolo mientras todavía hay tiempo.