Red Eléctrica ha presentado una petición urgente a la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) para modificar temporalmente los procedimientos operativos del sistema eléctrico español. Esta medida busca mitigar el riesgo de un posible apagón derivado de recientes fluctuaciones abruptas en la tensión eléctrica detectadas en las últimas semanas.
Aunque dichas variaciones se mantienen dentro de los límites permitidos, su persistencia podría comprometer la estabilidad del sistema, originando desconexiones tanto en la demanda como en la generación energética. La situación recuerda al episodio histórico ocurrido durante la primavera, cuando un fallo dejó sin suministro a toda la península Ibérica.
Ante esta circunstancia, la CNMC ha otorgado un plazo de cinco días hábiles para que los agentes implicados presenten alegaciones respecto a las modificaciones propuestas. Estas adaptaciones conllevan un impacto económico que recaerá sobre los consumidores finales. Además, el Consejo Consultivo de la Electricidad y la Dirección General de Política Energética y Minas ya han sido consultados sobre estas medidas.
Por su parte, el Ministerio para la Transición Ecológica ha instado a Red Eléctrica a ejercer sus funciones con diligencia y ha solicitado a la CNMC intensificar la supervisión para garantizar que todos los actores cumplan con sus responsabilidades dentro del sistema eléctrico.
Red Eléctrica atribuye las rápidas oscilaciones en tensión principalmente a tres factores: una respuesta lenta por parte de las plantas tradicionales con control continuo de tensión; el incremento del autoconsumo; y el creciente aporte renovable conectado mediante electrónica de potencia, cuya capacidad para modificar rápidamente su potencia no permite una regulación continua adecuada.
Para corregir esta problemática, Red Eléctrica propone ajustes en los protocolos operativos vigentes. Sin embargo, desde la CNMC advierten que estas medidas podrían afectar significativamente servicios clave como el balance energético, restricciones y control de tensión, además de influir negativamente en la competitividad del mercado eléctrico. Esto podría traducirse en un aumento considerable del coste para los usuarios.
Recordemos que tras el apagón anterior ocurrido el pasado abril, ya se actualizó el procedimiento operativo 7.4 con vistas a prevenir futuras interrupciones masivas —una modificación solicitada por Red Eléctrica desde 2021— pero dadas las actuales condiciones tanto en generación como demanda se han visto obligados a plantear nuevas acciones.
Se calcula que reforzar las operaciones por parte de Red Eléctrica supondrá un gasto superior a los 1.000 millones de euros para los consumidores durante 2025.
Finalmente, cabe destacar que la CNMC ha decidido aprobar provisionalmente modificaciones temporales en varios procedimientos operativos claves: 3.1, 3.2, 7.2 y 7.4 mientras continúa abierta una investigación sobre las causas del apagón sucedido el 28 de abril, evento aun sin responsables definidos oficialmente.
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