Ryanair ha anunciado una nueva reducción de su capacidad en España para la próxima temporada estival, recortando alrededor de 1,2 millones de asientos en aeropuertos regionales. Esta medida implica una disminución del 10% respecto a su oferta actual en el país, sumando así un total de tres millones de plazas eliminadas durante el último año.
El director ejecutivo de Ryanair, Michael O'Leary, ha señalado que esta decisión responde principalmente a los altos costes aeroportuarios impuestos por Aena, entidad gestionada por el gobierno español. Según O'Leary, estas tarifas elevadas limitan el crecimiento del tráfico aéreo regional, afectan negativamente al turismo y ponen en riesgo empleos vinculados al sector. En concreto, Ryanair ha confirmado que dejará sin vuelos Asturias tanto en origen como destino.
O'Leary critica duramente a Aena por actuar como monopolio y anuncia un incremento previsto del 7% en las tasas aeroportuarias —el mayor aumento registrado en más de diez años—. Además, denuncia que los cargos aplicados no varían entre aeropuertos grandes y pequeños, lo que perjudica la competitividad de las regiones menos favorecidas. La aerolínea afirma haber presentado propuestas para ampliar significativamente el tráfico aéreo hasta el año 2030; sin embargo, asegura no haber recibido respuestas positivas por parte del gestor aeroportuario.
Ante esta situación, Ryanair está reubicando parte de la capacidad retirada desde España hacia otros mercados como Marruecos, Italia, Croacia, Albania y Suecia. Estos destinos cuentan con políticas gubernamentales que reducen o eliminan impuestos medioambientales y rebajan las tasas aeroportuarias para atraer mayor actividad aérea. No obstante, Ryanair planea incrementar su oferta con 600.000 asientos adicionales en grandes hubs españoles donde considera que las tarifas son más atractivas: Madrid-Barajas, Barcelona-El Prat, Palma de Mallorca y Málaga-Costa del Sol.
Por su parte, Javier Marín, vicepresidente ejecutivo de Aena, ha rechazado las acusaciones vertidas por Ryanair sobre los precios aeroportuarios. Marín sostiene que el sistema español es altamente competitivo y subraya que la subida anunciada representa un aumento aproximado de solo 30 céntimos por pasajero en los aeropuertos regionales. Según él, este incremento no justifica la retirada masiva planteada por la compañía irlandesa.
Además, Marín puntualiza que las tarifas no son uniformes entre todas las infraestructuras aeroportuarias y destaca que Aena ofrece incentivos económicos a las aerolíneas para fomentar su crecimiento especialmente en terminales pequeñas. Esto se traduce en costes unitarios menores durante fases iniciales o expansivas para estas compañías.
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