La tinta o carbón del castaño, fue detectado hace más de un mes, según informa en su edición de este sábado Diario de León, pero el hongo se ha extendido ya a lo largo de una franja de 100 metros de ancho y medio kilómetro de largo en las inmediaciones del pueblo de Médulas, junto a la fuente conocida como 'de la Tía Viviana'.
En principio las corrientes de agua desde este punto ha contribuido a su extensión y los efectos son ya visibles, con las raíces de muchos castaños tintadas de negro. Más de un centenar de castaños afectados comienzan a perder follaje.
Hace unos días técnicos ambientales procedieron al raspado de un ejemplar para que los laboratorios determinen qué tipo de tinta (Phytophthora en su nombre científico) es el que ha surgido en la zona.
Además de cortar el paso de ciertas rutas para evitar que las personas se conviertan en agentes propagadores del hongo a través del calzado, los productores también proponen abrir zanjas y zonas de acumulación de agua en estos aquiferos contaminados por el hongo para evitar que las corrientes la extienden a otros castaños en otra área.