Un estudio de la ULE recontruye la desaparecida portada románica del Monasterio de Carracedo

03 de Febrero de 2021
Actualizado: 15 de Febrero de 2021 a las 11:44
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Reconstrucción de la puerta norte del Monasterio de Santa Mª del Carracedo - León
Reconstrucción de la puerta norte del Monasterio de Santa Mª del Carracedo - León


El estudio de los vestigios románicos conservados de la desaparecida puerta norte de la iglesia del monasterio de Santa María de Carracedo, en Carracedelo, llevado a cabo por Mª Concepción Cosmen y José Alberto Moráis, del Instituto de Estudios Medievales de la Universidad de León (ULE), ha permitido la reconstrucción de dicha portada románica, aunque ahora está destruida, gracias al análisis y datación de seis capiteles y dos estatuas-columna, y las informaciones rastreadas en las fuentes documentales, como ha informado la Universidad a través de un comunicado.

La investigación, que fue publicada en el Anuario de Estudios Medievales con el título 'The lost romanesque portal of the monastery of Santa MarÍa de Carracedo', se editó en una revista de gran impacto, “precisamente por el valor de los restos que se conservan en el monasterio”, explica José Alberto Moráis. “La escultura de Carracedo, de esa portada perdida es de mucha calidad dentro del románico español”, y también ha permitido relacionar las obras con el foco artístico de Astorga, que tiene antecedentes directos en la escultura de la abadía francesa de Saint-Denis.

El artículo de los investigadores de la ULE parte de los orígenes del monasterio, lugar en el que se han conservado los vestigios que han sido objeto del estudio. “Las efigies, que representan a un monarca coronado y a un clérigo con mitra, parecen hacer referencia a dos de los patrocinadores del cenobio y ejemplifican la imagen de los poderes regio y eclesiástico que lo ampararon”.

La portada “contó con tres arquivoltas abocinadas, que volteaban sobre seis capiteles, tres a cada lado, y que hoy forman parte del conjunto empotrado en el muro neoclásico. La fachada tuvo seis columnas acodilladas, dos de ellas con las efigies del rey y del abad, que alcanzan 1’78 metros de altura”.

Se trata de las figuras de Alfonso VII, “que apoyó la obra que capitaneaba su hermana la infanta Sancha, señora del Infantado, con el Bierzo entre sus obligaciones”; y por el otro lado, “el prelado que llevó a cabo el cambio: el abad Florencio”.