Una herramienta de eficiencia energética del Instituto Tecnológico evita la emisión de 2.000 toneladas de CO2 al año

Se trata de un sistema de control inteligente en refrigeración implantado en 18 industrias españolas que supone un ahorro de seis millones de kilovatios al año

20 de Abril de 2019
Actualizado: 21 de Abril de 2019 a las 21:19
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La herramienta de mejora de la eficiencia energética mediante control inteligente en refrigeración industrial, desarrollada por el Instituto Tecnológico de Castilla y León, logra reducir la emisión de 2.000 toneladas de CO2 a la atmósfera al año en las industrias que la han implantado. El equivalente a las emisiones de 65.000 coches por año, según informaron hoy fuentes del centro con sede en Burgos.

Se trata de un sistema de control inteligente en refrigeración del que disponen ya un total de 18 industrias del sector agroalimentario del país que permite un ahorro energético de más del 15 por ciento. En total, se estima que las industrias que lo han puesto en marcha cuentan con una reserva de seis millones de kilovatios anuales que antes perdían.

El responsable del Área de I+D de Tecnologías Energéticas, Rubén Renilla, considera “fundamental que las empresas cuyo trabajo se desarrolla alrededor del frío industrial sean muy conscientes de la importancia que tiene una buena gestión de estos sistemas con el objetivo de optimizar el consumo, reducir costes e incrementar la competitividad.”

De esta forma, sostiene que el ahorro energético en refrigeración industrial es “una prioridad para estas firmas cuyo ámbito de producción se centra en la elaboración y conservación de productos congelados que tienen que asumir un alto coste en el trabajo y mantenimiento de estas instalaciones”.

Además, apuntó que este consumo representa, en el menor de los casos, cerca del 50 por ciento del consumo total eléctrico de su actividad.

Ciclo térmico

El Área de I+D de Tecnologías Energéticas del Instituto ha desarrollado la herramienta Industrial Refrigeration Control - IRC que pretende ser útil y eficaz a la hora de realizar esta óptima gestión energética. Se trata de un sistema de control industrial que ajusta, de manera continua, los parámetros de control de las instalaciones de refrigeración, obteniendo ahorros económicos de entre el 15 y el 40 por ciento

Mediante este ajuste se consigue que la instalación de refrigeración industrial se adapte a las necesidades reales de trabajo en cada momento sin que se produzcan desajustes en el consumo durante todo el proceso de la instalación.

“El objetivo final de esta herramienta es que la instalación esté configurada de forma óptima en cada situación de trabajo, sin que se produzcan derroches de energía que se traduzcan en consumos innecesarios que incrementen los costes energéticos”, apostilla Renilla.

Ahorro energético

Además del importante ahorro energético, el sistema reduce de forma considerable las emisiones de CO2 a la atmósfera. En concreto, y según los cálculos desarrollados desde el ITCL se estima que las industrias que lo han implantado han conseguido reducir sus emisiones de CO2 en 2.000 toneladas.

“Dos mil toneladas menos de CO2 con menos de 20 empresas, que es el equivalente a 65.000 vehículos al año. Creemos que si las industrias apuestan por este tipo de sistemas de control la reducción podría alcanzar casi un equivalente superior a lo que contaminan un millón de coches al año, o incluso más”, asevera Renilla.

Entre las industrias que han puesto en marcha este sistema destacan: Grupo Nueva Pescanova (Supervisión y control experta sobre la instalaciones frigoríficas de siete factorías en Europa, África y Sudamerica), Gambafresh (Burgos), Congalsa (Galicia), además de Grupo Mahou-San Miguel, Grupo Coren y Suntory-Schweppes (Sevilla), entre otros.

Ayudas

El Consejo de Ministros aprobó el 12 de abril, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica, un Real Decreto por el que se aprobaron las bases que regularán las convocatorias para la concesión de ayudas para actuaciones de mejora de la eficiencia energética y reducción del consumo de energía final en pequeñas, medianas y grandes empresas del sector industrial.

En concreto, se destinan 307,6 millones de euros, procedentes del Fondo Nacional de Eficiencia Energética.