Guillermo con su amigo Thomas Biere durante la organización de su viaje desde la India al Bierzo después de recorrer más de 8.000 km (Fotografía cedida por Guillermo Torrente)
“Ahora si que puedo gritar a los cuatro vientos que la aventura de mi vida va a comenzar. En cinco días comenzaré un viaje en moto desde Mumbay y Pune (India) en dirección a San Esteban del Toral (El Bierzo, España)”. De esta manera, el joven berciano Guillermo Torrente anunciaba hace unos días a su familia y amigos, a través de las redes sociales, el comienzo de su odisea entre Asia y Europa.
Un anuncio que ya realizaba desde la otra punta del planeta, en la isla tailandesa de Koh Tao, a donde viajó hace unos meses para formarse como buzo y convertirse en 'divemaster' en submarinismo. Allí, junto a un compañero francés, Thomas Biere, empezó a “fraguar” la idea de emprender este viaje “de vuelta a casa”, recorriendo más de 8.000 kilómetros “a lomos” de dos motos Royal Enfield Bullet 350 y dejando atrás una docena de países.
“Las inquietudes que me llevaron a esto son muchas”, asegura 'Guille', que confiesa que ha visto con sus propios ojos “la diversidad que encontramos cuando hablamos de la vida que nos toca vivir en determinados lugares y tiempos y como todos ellos encuentran la felicidad y la esperanza por la que levantarse un día tras otro”. Amante de los viajes y de conocer nuevos lugares, el trabajo “estacional” le ha llevado siempre de un lugar a otro, demostrando una gran capacidad de adaptación.
La música étnica “que conecta mundos” y el mero hecho de viajar y sentir el aire en la cara sobre la moto son algunas de las razones que le animan. También la naturaleza porque, recuerda, “desde que era niño me he 'papao' todos los documentales de La 2 cuando todo el mundo duerme y ahora quiero ver lo que pueda con mis propios ojos de un simple amante de la naturaleza”. “En cada lugar que he estado he aprendido algo para ser cada día más feliz y levantarme cada día dispuesto a disfrutar de los momentos que la vida a todos nos permite”, valora Guillermo. Esa es su filosofía.
Los mil y un caminos de vuelta
Su idea inicial era salir de India, seguir por Pakistán y cruzar la península arábiga pasando por Emiratos Árabes y Arabia Saudí, siguiendo por el norte de África a través de Egipto, Túnez, Argelia y Marruecos para entrar en España a través del estrecho de Gibraltar. Entonces ponía “con interrogantes” los países de Israel y Libia, “en función de la situación en la que se encuentren en ese momento y, en caso de situación hostil, cogeríamos un barco y saltaríamos al siguiente país”.
Un trayecto que se vio modificado en varias ocasiones a lo largo de los últimos meses. La gran inestabilidad existente en algunos países, complicaciones para obtener visados, las recomendaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores y algunas cuestiones de logística les obligaron a replantearse varias veces el recorrido. Desde el inconveniente para poder pasar por Arabia Saudita porque es necesario pedir el visado seis meses antes, que les llevó a pensar en Emiratos, Oman y Yemen. Opción imposible también porque, advertía entonces Exteriores: “Se desaconseja el viaje bajo cualquier circunstancia a Yemen y se recomienda a los españoles que se encuentren en el país que lo abandonen lo antes posible”.
Así, la opción era evitar Oriente Próximo y recorrer el norte de África desde el mar Rojo. “Los barcos de India a Sudán nos salian por 1.200 euros solo la moto y no nos lo podíamos permitir. Fue un golpe duro del que salimos adelante recurriendo a hacer un viaje mas arriesgado en el principio y terminar ya en Europa”, cuenta. Así, su nueva y definitiva ruta llevará a Guillermo y a Thomas por India, Pakistán e Irán hasta entrar a Europa a través de Turquía. Desde allí, el viaje seguiría por Grecia, Albania, Bosnia, Croacia, Eslovenia, Italia, Francia y, el destino final, España y el Bierzo.
Punto de partida, Pune
Una vez marcado el trayecto sobre el mapa y con billetes de avión para viajar desde Bangkok (Tailandia) a la ciudad india de Mumbai para el 15 de agosto, tendrán que tramitar allí el visado para poder entrar en Irán. Un trámite que les llevará dos días y después recorrer los 150 kilómetros que separan esa ciudad de Pune, donde comprarán esas dos motos, esas dos Royal Enfield Bullet 350, que serán sus compañeras inseparables durante los próximos cuatro meses, hasta que desciendan el puerto de Manzanal y entren ya en su “tierrina” berciana.
Será en Pune – Punyanagara, ciudad de la virtud, en sánscrito-, la séptima ciudad más grande de la India y próxima a la costa oeste del país, donde comience realmente su aventura sobre dos ruedas. “Tengo que ser consciente de que detrás de todo problema está la solución”, se anima Guillermo, que sabe que el periplo no estará exento de obstáculos, desde pinchazos a fallos del motor, pasando por la climatología adversa “en todos los sentidos” -lluvia y calor extremo- o posibles dificultades en la fronteras con la policía de cada país.
Así, saldrán con motos “llenas” de combustible y siempre con un garrafa “encima” que equivalga a un depósito. Todo listo para la odisea y con una mezcla de sensaciones entre las que destaca, quizás, “la impresión de que estás a punto de vivir un sueño despierto”. “Es algo que siempre soñé hacer y ahora recuerdo que, desde muy pequeño, mi padre Andrés me llevaba con él en la moto, voy a disfrutar conduciendo”, confiesa un emocionado Guillermo, que inicia esta aventura con 30 años, los mismos que su compañero Thomas. Todo un rito de paso. “Siento que voy a vivir algo único y maravilloso”, añade.
Un viaje “documentado”
Pero detrás de este viaje hay también un proyecto documental. En su equipaje, dos cámaras GoPro -muy versátil, ligera y con gran diversidad de soportes- y una cámara fotográfica réflex que les servirá para grabar su experiencia y editar al final del viaje una serie documental, que podría dividirse en cinco episodios. “El documental estará enfocado al viaje en moto, prestando atención a parques naturales, músicas étnicas, los problemas que nos encontremos en el camino, puntos fuertes o esencias que definan cada país, como será el vino cuando lleguemos al Bierzo (se ríe), reservas naturales submarinas y todo aquello que se nos vaya poniendo en el camino”, explica Guillermo.
Y es que inicialmente estaba previsto que les acompañara otro amigo francés, Julien, cámara y con una amplia experiencia audiovisual que, precisamente, se ha “descolgado” de la aventura porque, a menos de dos semanas de iniciar el viaje, “le ha ofreció trabajo Canal + en Francia y, totalmente comprensible, no se ha podido negar”. Así, su idea es editar y postproducir la serie documental una vez finalice la aventura, intentar hacer un producto audiovisual atractivo y, cruza los dedos, pueda interesar a alguna cadena de televisión.
Ahora comienza la cuenta atrás y en unos días arrancarán su motos con miles de kilómetros y experiencias por delante que tendrán como meta el pueblo de San Esteban del Toral, en el municipio berciano de Bembibre, donde esperan llegar en la primera quincena de diciembre para “comer el turrón” con la familia.‘Sí, desde luego. Todo el mundo quiere ser libre, sí... pero una cosa es hablar de ello y otra muy diferente es serlo”, reflexionaba George Henson, el personaje de Jack Nicholson en la película de culto “motero” 'Easy Rider'.
Guillermo Torrente junto a su padre Andrés Torrente, en una foto familiar conduciendo su moto Montesa. (Fotografía cedida por Guillermo Torrente)